Triples with object Pérdida de valores europeos, egoísmos nacionales crecientes, rumbo poco claro y crisis continuadas sin resolver: ese podría ser el resumen de la Europa de hoy. Un panorama desolador pero que en nuestras manos está cambiar, porque sólo con un esfuerzo compartido salvaremos el proyecto de la Unión. No hay peor síntoma del deterioro de la Unión que la distancia entre los discursos y los hechos. El problema no es falta de ideas, sino de voluntad y liderazgo. La crisis económica, la crisis de refugiados y la crisis de seguridad sólo tienen respuesta con una solución común. Ha llegado el momento de que la Comisión Europea, con el señor Juncker a la cabeza, plante cara a quienes no están en disposición de apoyar y están bloqueando las iniciativas comunitarias. Seremos incómodos, podremos criticar y exigirle más contundencia. Reclamaremos el pilar social, una política monetaria y fiscal más justa y derechos para los trabajadores. Nos opondremos al bloqueo de fondos para España y Portugal. Pero lo haremos cooperando con ustedes si cumplen sus compromisos y recogen nuestras propuestas. No permitamos que desaparezca la esperanza del sueño europeo. No permitamos dejar de creer que es posible cambiar Europa.