Local view for "http://purl.org/linkedpolitics/eu/plenary/2012-07-04-Speech-3-505-000"

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"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@es21
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"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@cs1
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@da2
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@de9
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@el10
"Mr President, despite what we have heard from some Members, internal mobility has been our great triumph. Now people want to portray external border control as a huge failure, which is in their interests. The anti-foreigner populism that is invading our countries is now becoming hostile to our own people. Before they were criminals or self-seeking immigrants who were coming to Europe to steal the fruits of our labours, or asylum seekers who were fraudsters because they were abusing our asylum system or, in reality, they were people traffickers disguised as asylum seekers. Now this knock-on effect, this contagion of populism that is invading us, has reached our internal borders. We are seen as self-seeking or fraudsters by each other. Now it will be the Greeks in the United Kingdom. Otherwise we are members of organised mafias when our buses are stopped at borders that do not exist and officers get on to enforce customs rules that do not exist in order to see whether we are trading in illicit goods or trafficking people. Everything is contagious. The cancer that is eating away at us and the genuine failure in the 17 years of application of the Schengen Agreement is the populism of the parties that are governing in the Member States and the cowardice of those who are not defending the founding texts. We cannot stop worrying, Ms Malmström. How can we not worry? Internal mobility is not a threat, it is our opportunity, and mobility with our neighbouring countries will be our solution. Do we need to organise that solution? Yes we do. Will populism achieve that? No, it will not. Does the problem lie in mobility, in the desire for adventure? Fortunately, it does not. Does the problem lie among those who are fleeing wars? No, it does not. Our real failure is when we do not face up to populism and do not provide solutions."@en4
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@et5
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@fi7
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@fr8
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@hu11
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@it12
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@lt14
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@lv13
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@mt15
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@nl3
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@pl16
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@pt17
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@ro18
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@sk19
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@sl20
"Señor Presidente, pese a lo que hemos oído aquí a algunos, la movilidad interior ha sido nuestra gran conquista. Ahora se quiere presentar el control de las fronteras exteriores como una gran derrota. Interesa presentarlo como una gran derrota. El populismo que invade nuestros países contra los extranjeros se extiende ahora contra nuestros propios ciudadanos. Antes eran delincuentes o inmigrantes aprovechados que venían a Europa queriendo robarnos el fruto de nuestro trabajo, o solicitantes de asilo que eran estafadores porque abusaban de nuestro sistema de asilo o, en realidad, eran traficantes de personas disfrazados de solicitantes de asilo. Ahora este efecto de llamada, este efecto de contagio del populismo que nos invade está ya en nuestras fronteras interiores. Unos para otros somos aprovechados o estafadores. Ahora serán los griegos en Inglaterra. O formamos parte de las mafias organizadas cuando se detienen nuestros autobuses en fronteras que no existen y se suben policías de aduanas que no existen para ver si comerciamos con ilícitos o traficamos con personas. Todo se contagia. El cáncer que vivimos, la auténtica derrota en los diecisiete años de aplicación del Convenio de Schengen es el populismo de los partidos que gobiernan en los Estados miembros y la cobardía de los que no defienden los textos fundadores. No podemos estar tranquilos, señora Malmström. ¿Cómo vamos a estar tranquilos? La movilidad interior no es una amenaza, es nuestra oportunidad y la movilidad con los países de nuestra vecindad será nuestra solución. ¿Hay que ordenar esta solución? Sí. ¿Lo hará el populismo? No. ¿Está el problema en la movilidad, en el deseo de aventura? Afortunadamente, no. ¿Está el problema en los que huyen de las guerras? No. Nuestra auténtica derrota está ahí cuando no hacemos frente al populismo y no ponemos soluciones."@sv22
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"Carmen Romero López (S&D ). -"18,5,20,15,1,19,14,16,11,22,2,10,7,3,13,21,9,17,12,8
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