Local view for "http://purl.org/linkedpolitics/eu/plenary/2012-05-09-Speech-3-165-000"
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"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@es21
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"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@cs1
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@da2
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@de9
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@el10
"Mr President, Commissioner, ladies and gentlemen, it has been said here that the Arab Spring has given the European Union a great opportunity to renew and strengthen its cooperation links with neighbouring southern Mediterranean countries. The main priority has been to provide the necessary support for the processes of democratic transition in those countries, with the aim of ensuring respect for human rights, fundamental freedoms, equality and justice. In this context, trade relations take on an essential role and go hand in hand with the necessary political and institutional transition insofar as they provide resources for the economic and social development of those countries.
With adequate rules and conditions, trade can contribute to strengthening the EU’s links in the region and supporting the efforts to establish democracy. It is one of the EU’s responsibilities to ensure that all the elements of cooperation – in terms of both politics and trade; in short, two sides of the same coin – are well balanced and truly benefit the European citizens and the citizens of the southern shore of the Mediterranean.
I believe that this report on Trade for Change, to which we are referring today, sets out measures and proposals to ensure that this objective is fulfilled. As has been said here and as the Commissioner has also said, the ‘more for more’ principle is an introduction and represents a crucial first step in this direction, and we are awaiting its coming to fruition as soon as possible through the European External Action Service (EEAS).
Lastly, I would like to mention some elements which, in my view, are extremely important for this trade policy with the region: the effort to combat child labour and respect for international labour law; encouraging development niches for information and communication technology (ICT), which, in turn, would support young people – it is becoming ever clearer that young people are the main users of those technologies and this would serve in the fight against youth unemployment in the region; it should be remembered that the population of these countries between the ages of 10 and 19 represents 20%, while in the European Union it represents just 11%; – and, last but not least, promoting sustainable rural development that allows for the production of quality products in accordance with the traceability criteria and maintaining a fair trade balance.
Finally, I would like to congratulate the rapporteur, Mr Rinaldi, on his good work and also for an excellent collaboration."@en4
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@et5
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@fi7
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@fr8
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@hu11
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@it12
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@lt14
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@lv13
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@mt15
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@nl3
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@pl16
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@pt17
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@ro18
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@sk19
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@sl20
"Señor Presidente, señor Comisario, Señorías, se ha dicho aquí que la primavera árabe ha dado a la Unión Europea una gran oportunidad para renovar y reforzar sus vínculos de cooperación con los países vecinos del sur del Mediterráneo. La máxima prioridad ha sido proporcionar el apoyo necesario para los procesos de transición democrática en estos países, con el fin de garantizar el respeto a los derechos humanos, las libertades fundamentales, la igualdad y la justicia. Y, en este contexto, las relaciones comerciales adquieren un papel esencial y complementario a la necesaria transición política e institucional en la medida en que proporcionan recursos para el desarrollo económico y social de estos países.
Con unas reglas y condiciones adecuadas, el comercio puede contribuir a estrechar los vínculos de la Unión en la región y acompañar los esfuerzos para el asentamiento de la democracia. Es un deber de la Unión velar por que todos los elementos de cooperación —el político y el comercial; en definitiva, dos caras de la misma moneda— estén justamente equilibrados y reviertan en un verdadero beneficio para los ciudadanos y ciudadanas europeos y los de la orilla sur del Mediterráneo.
Creo que el informe sobre Comercio para el cambio al que nos referimos hoy expone medidas y propuestas para garantizar el cumplimiento de este objetivo. Como se ha dicho aquí y ha citado también el señor Comisario, el principio
introduce y supone un primer paso crucial en esta dirección, y esperamos su concreción lo antes posible por parte del Servicio Europeo de Acción Exterior.
Finalmente, me gustaría destacar algunos elementos que, a mi entender, son importantísimos para esta política comercial con la región: el esfuerzo de la lucha contra el trabajo infantil y el respeto del Derecho laboral internacional; el fomento de nichos de desarrollo de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC) que, a su vez, representarían un apoyo para los jóvenes —es cada vez más claro que son los jóvenes los principales usuarios de esas tecnologías, y esto serviría para la lucha contra el paro juvenil en la región; cabe recordar que la población de estos países en edades comprendidas entre los 10 y los 19 años representa el 20 %, mientras que en la Unión Europea representa solo el 11 %—; y, por último, pero no menos importante, la promoción de un desarrollo rural sostenible que permita ofrecer productos de calidad cumpliendo con los criterios de trazabilidad y manteniendo un saldo comercial equilibrado.
Por último, quiero felicitar al ponente, el señor Rinaldi, por su buen trabajo y también por una excelente colaboración."@sv22
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"Maria Badia i Cutchet,"18,5,20,15,1,19,14,16,11,2,22,7,3,10,13,9,21,12,17,8
"en nombre del Grupo S&D"18,5,20,15,1,19,14,16,11,2,22,7,3,10,13,9,21,12,17,8
"more for more"18,5,20,15,1,19,14,16,11,2,22,7,3,10,13,9,21,12,17,8
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