Local view for "http://purl.org/linkedpolitics/eu/plenary/2012-03-12-Speech-1-046-000"
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"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@es21
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"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@cs1
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@da2
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@de9
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@el10
"Madam President, I would like to congratulate Ms Pietikäinen because she has managed to put together a good text. Let us hope that it is still a good text tomorrow because if its main content is adopted, Europe will lead the fight for equality in decision-making processes in the political sphere.
Seven years ago, I was elected President of the Basque Parliament. At that point I received a call from the European Parliament: they wanted to know how we had managed to bring about a situation where a Chamber which, up to that point, had been made up of 70% men and 30% women had come to comprise 53% female Members of Parliament. The Basque Equality Law, which was passed in 2005, lay behind the change. I am pleased that much of its content has been reflected in this report.
Basque law requires political parties to put forward candidates in parallel, with an equal proportion of men and women in posts where there is a chance of being elected. Furthermore, it promotes this application of equality towards the executive, as is the case here with the European Commission, the consultative bodies that have dealings with it, its foreign service and the teams that negotiate in areas of conflict.
From a regional level to a European level, men and women have much to contribute and much to gain if we work together in this undertaking. Inequality between men and women is undemocratic, inefficient and unfair. It prevents 50% of the human race’s knowledge and potential from contributing to the economy, to society and to politics on an equal basis with the other 50%.
Furthermore, it disrupts the world of emotions and affections. Gender violence is the most dramatic consequence for women. In exchange, many men are burdened by stereotypes that limit and threaten them. That is the reality that must be altered and debates and reports such as the ones we are going to vote on in this part-session contribute to that end.
Commissioner, do not fear the Member States: take on equality in politics too, in the same way as you are prepared to do with company boards, because we men and women may be different but there is no reason why we should continue to be unequal."@en4
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@et5
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@fi7
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@fr8
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@hu11
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@it12
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@lt14
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@lv13
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@mt15
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@nl3
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@pl16
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@pt17
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@ro18
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@sk19
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@sl20
"Señora Presidenta, quiero felicitar a la señora Pietikäinen porque ha conseguido concluir un buen texto. Esperemos que siga siéndolo mañana porque, si se aprueban sus principales contenidos, Europa liderará la lucha por la igualdad en los procesos de toma de decisiones en la esfera política.
Hace siete años fui elegida Presidenta del Parlamento Vasco. Recibí entonces una llamada desde el Parlamento Europeo: querían saber cómo habíamos conseguido que una Cámara formada hasta entonces por un 70 % de hombres y un 30 % de mujeres hubiese pasado a disponer de un 53 % de parlamentarias. El origen del cambio fue la Ley vasca para la Igualdad de Mujeres y Hombres aprobada en el año 2005. Me alegro de que muchos de sus contenidos se hayan plasmado en este informe.
La ley vasca obliga a los partidos políticos a elaborar las candidaturas en cremallera, con mujeres y hombres en proporción equilibrada en los puestos en los que hay posibilidad de salir elegido. Además, proyecta esta aplicación de la igualdad hacia el ejecutivo, como se hace aquí con la Comisión Europea, los órganos consultivos que se relacionan con ella, su servicio exterior y los equipos que negocian en zonas de conflicto.
Hombres y mujeres, desde el nivel regional al europeo, tenemos mucho que aportar y mucho que ganar si somos cómplices de este empeño. La desigualdad entre hombres y mujeres no es democrática y es ineficiente e injusta. Impide que el 50 % del conocimiento y potencial de la humanidad participe en igualdad de condiciones con el otro 50 % en la economía, la sociedad y la política.
Además, perturba el mundo de las emociones y de los afectos. La violencia de género es para las mujeres la consecuencia más dramática. A cambio, muchos hombres cargan con unos estereotipos que les limitan y les amenazan. Esa es la realidad que hay que cambiar, y a ello contribuyen debates e informes como los que vamos a votar en este Pleno.
Señora Comisaria, no tema a los Estados: atrévase con la igualdad también en la política, al igual que está dispuesta a hacerlo con los consejos de administración de las empresas, porque hombres y mujeres somos diferentes, pero no tenemos por qué seguir siendo desiguales."@sv22
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"Izaskun Bilbao Barandica,"18,5,20,15,1,19,14,16,11,22,7,2,10,3,13,21,9,17,12,8
"en nombre del Grupo ALDE"18,5,20,15,1,19,14,16,11,22,7,2,10,3,13,21,9,17,12,8
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