Local view for "http://purl.org/linkedpolitics/eu/plenary/2011-12-13-Speech-2-525-000"
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"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@es21
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"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@cs1
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@da2
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@de9
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@el10
"Madam President, our ‘southern’ neighbourhood is going through a new phase in its history, from which there is no way back. The European Union must support these processes of democratic change, drastically altering its former complacency, which gave the impression of aiming for stability but was nothing more than inertia.
As Article 8 of the Treaty of Lisbon states, our neighbourhood policy should be based on universal values such as human dignity, human rights, democracy and the rule of law, as well as having conditions and specific requirements, since not all processes are the same. There should be country-specific procedures in each case.
In any event, we must embark upon dialogue with new political groups, including moderate Islamist forces, based on the values mentioned previously. We should strengthen our relations with these countries, their political and social forces and their civil societies. This is a job for the EU institutions and also for European political and social groups.
Aside from the political support, we must provide economic and financial aid to these countries. Commercial opening should be gradual. It should be mutually beneficial and include the services sector, as called for by the report. We should also prioritise the administrative and institutional development of several of our neighbours to the south and help them in the fight against corruption and organised crime. I would also like to see the Union for the Mediterranean find sufficient resources to put some of the identified projects into action.
These issues and many more, Madam President – and I am finishing now – are covered in the extensive report written by my brilliant colleague, Mário David, which we will be voting on tomorrow. I am sure, Mr Füle, that you and the Commission services will find it a very useful read."@en4
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@et5
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@fi7
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@fr8
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@hu11
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@it12
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@lt14
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@lv13
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@mt15
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@nl3
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@pl16
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@pt17
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@ro18
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@sk19
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@sl20
"Señora Presidenta, nuestra vecindad «Sur» atraviesa una etapa histórica nueva que no tiene vuelta atrás. La Unión Europea tiene que acompañar estos procesos de cambio democrático, lejos de la antigua actitud de complacencia con una pretendida estabilidad que solo era inmovilismo.
Nuestra política de vecindad debe basarse, como exige el artículo 8 del Tratado de la Unión, en valores universales como la dignidad humana, los derechos humanos, la democracia, el Estado de Derecho, así como la condicionalidad y la especificidad —no todos los procesos son iguales, requieren tratamientos específicos según los países—.
En todo caso, sobre la base de los valores antes citados, tenemos que dialogar con los nuevos grupos políticos, incluyendo a las fuerzas islamistas moderadas; debemos intensificar nuestras relaciones con estos países, sus fuerzas políticas y sociales, su sociedad civil: esta es una tarea de las instituciones comunitarias y también de los grupos políticos y sociales europeos.
Además del acompañamiento político, debemos prestar ayuda económica y financiera a estos países. La apertura comercial debe ser gradual, ir en beneficio mutuo e incluir al sector servicios, como el informe reclama. También debemos priorizar el desarrollo administrativo e institucional de varios de los vecinos del Sur y acompañarlos en la lucha contra la corrupción y la delincuencia organizada, y me gustaría, además, que la Unión para el Mediterráneo pudiera encontrar recursos suficientes para poner en marcha algunos de los proyectos identificados.
Estos asuntos y muchos más, señora Presidenta —y termino—, se abordan en el amplio informe del que es autor mi brillante colega Mário David, y que mañana votaremos. Estoy seguro, señor Füle, de que su lectura será muy útil para usted y para los servicios de la Comisión."@sv22
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