Local view for "http://purl.org/linkedpolitics/eu/plenary/2007-02-14-Speech-3-240"
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Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar solo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es solo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@es21
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"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@cs1
"Fru formand! Den internationale terrorisme er den farligste trussel mod freden, sikkerheden, integriteten og den menneskelige værdighed.
Vi står over for fanatiske og dogmatiske fundamentalister, men ikke over for en religion eller tro. Vi glemmer nogen gange, at der har været flere muslimske ofre for den islamistiske terrorisme end vestlige ofre. Det forklarer den internationale succes, som initiativer som Alliancen af civilisationer, der er vedtaget af FN, har fået, i modsætning til det sammenstød mellem civilisationerne, som fundamentalisterne fra begge sider støtter.
Ud over at bruge bedre midler skal den internationale terrorisme bekæmpes ved hjælp af fornuft og vedholdenhed, og ikke med brandtaler, der ikke er udtryk for andet end en grundlæggende svaghed. Først fascismen og senere stalinismen, flere årtier senere, blev besejret på det ideologiske område, uden at vi gav afkald på de principper, som vores samfund bygger på, herunder en ansvarlig udøvelse af ytringsfriheden.
I betænkningen lægges der særlig vægt på, at ofrene anerkendes som værende hovedaktørerne, hvis stemme skal høres af magthaverne. Derfor har vi i dag besøg i logen af fire direkte ofre fra det store attentat den 11. marts i Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega og Euclides Antonio Río Grajales. Jeg takker Dem mange gange for Deres tilstedeværelse.
Da det er en usynlig og geografisk diffus fjende, der befinder sig inden og uden for vores grænser, skal den bekæmpes på en anden måde end den, som EU tidligere har brugt til at bekæmpe sine fjender.
EU's antiterrorstrategi skal være global, flersidet og baseret på FN-systemet. Ethvert ensidigt og rent militært svar er dømt til at mislykkes. Bekæmpelsen af terrorismen skal vindes med vores værdier. For at bekæmpe terrorismen er det derfor absolut nødvendigt at bevidstgøre og mobilisere vores offentlige meninger. Vi må aldrig sænke paraderne. Vi skal ikke kun reagere, når der er begået et meget stort attentat, men permanent og proaktivt.
En styrkelse af den fælles udenrigs- og sikkerhedspolitik er nødvendig for at få succes. Det betyder, at vi skal forbedre og koordinere de europæiske efterretningstjenester og give dem bedre værktøjer, og vi skal arbejde mere med efterforskningen af kanalerne til finansiering af terrorismen.
I sin eksterne dimension bør EU koncentrere sig om at få de stater, der støtter terrorgrupperne, til at holde op med det ved hjælp af sanktioner og tvang, samt hjælpe de svage stater med at styrke deres institutioner og demokrati for at undgå, at terrorgrupperne tager bo der.
Fru formand, at beskytte retsstaten og menneskerettighederne i forbindelse med bekæmpelsen af terrorismen er ikke kun meget vigtigt af moralske årsager, det er eksistensberettigelsen for vores strategi, for det er netop det, terroristerne ønsker at ødelægge, nemlig de værdier, som vores sameksistens bygger på. Hvis vi giver efter på dette område, som det er sket i forbindelse med Irak-krigen, Guantánamo, Abu Ghraib eller CIA's ulovlige flyvninger, giver vi terroristerne et påskud, som de vil bruge til at retfærdiggøre sig selv, og vi kommer brænde på terroristernes bål.
En begrænsning af de grundlæggende rettigheder giver ikke mere sikkerhed, men snarere mere frygt. Vi har brug for frie og selvsikre samfund. Frygtsomme samfund har tabt kampen mod terrorismen på forhånd. Dilemmaet sikkerhed/frihed er forkert. Vi vil være mere sikre, hvis vi er mere frie, mere åbne og mere inddragende.
Forebyggelsen, som er så vigtig, og som slog fejl såvel den 11. september i New York som den 11. marts i Madrid, er væsentlig, og det er mere effektivitet i forbindelse med de politimæssige og retlige aktioner også. Vores fælles udenrigs- og sikkerhedspolitik skal bidrage til at fjerne grobunden for den internationale terrorisme.
Terrorisme kan aldrig retfærdiggøres. Vi bør aldrig tale om årsager, men det er korrekt, at der findes nogle omstændigheder, som giver grobund for den, hvoraf den vigtigste er den ydmygelse og foragt, som millioner af muslimer føler i forbindelse med det, som de betragter som Vestens arrogance og magtfuldkommenhed og forværringen af de endemiske konflikter som f.eks. konflikten mellem Israel og Palæstina. Det samme er tilfældet, når vi taler nedladende om en religion, som mere end 1,3 milliarder mennesker i verden fredeligt følger."@da2
"Frau Präsidentin! Der internationale Terrorismus stellt die gefährlichste Bedrohung von Frieden, Sicherheit, Menschenwürde und Integrität dar.
Wir haben es hier mit fundamentalistischen Fanatikern zu tun, mit Dogmatikern, nicht jedoch mit einer bestimmten Religion oder einer bestimmten Glaubensrichtung. Wir vergessen zuweilen, dass es unter islamischen Menschen mehr Opfer des islamistischen Terrorismus gegeben hat als in westlichen Ländern. Das erklärt auch den internationalen Erfolg solcher Initiativen wie der Allianz der Zivilisationen, der sich die Vereinten Nationen angeschlossen haben, im Gegensatz zum Kampf der Kulturen, den Fundamentalisten der verschiedenen Couleurs befürworten.
Neben besseren Ressourcen muss der internationale Terrorismus mit Intelligenz und Beharrlichkeit bekämpft werden, und nicht mit hetzerischen Reden, die lediglich eine grundlegende Schwäche zum Ausdruck bringen. Der Faschismus und Jahrzehnte später der Stalinismus wurden auf dem ideologischen Gebiet besiegt, ohne dass die Prinzipien geopfert wurden, die unseren Gesellschaften am Herzen liegen, darunter die in verantwortungsvoller Weise ausgeübte Meinungsfreiheit.
Mit meinem Bericht möchte ich insbesondere auf die Anerkennung der Opfer als Hauptakteure aufmerksam machen, denen die Staatsmacht zuhören muss. Auf der Besuchertribüne sitzen heute vier unmittelbare Opfer des Anschlags vom 11. März in Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega sowie Euclides Antonio Río Grajales. Ich möchte ihnen vielmals für ihr Kommen danken.
Er ist ein unsichtbarer Feind, der geografisch nicht bestimmbar ist und sowohl innerhalb als auch außerhalb unserer Grenzen anzutreffen ist, und muss daher auf eine Art und Weise bekämpft werden, die sich von der unterscheidet, wie die Europäische Union in der Vergangenheit gegen ihre Feinde vorgegangen ist.
Die Strategie der Europäischen Union zur Bekämpfung des Terrorismus muss global, multilateral und auf das System der Vereinten Nationen gestützt sein. Jede einseitige und ausschließlich militärische Reaktion ist zum Scheitern verurteilt. Der Kampf gegen den Terrorismus wird auf dem Feld der Werte gewonnen. Um den Terrorismus moralisch zu besiegen ist es daher unabdingbar, die Sensibilisierung und Mobilisierung der Bevölkerung gegen den Terrorismus zu verstärken. Wir dürfen in unserer Wachsamkeit niemals nachlassen. Wichtig ist, dass wir nicht erst nach einem massiven Angriff reagieren, sondern wir müssen permanent und vorausschauend handeln.
Erfolge können wir nur erzielen, wenn wir unsere GASP stärken. Dazu müssen wir Verbesserungen vornehmen, bessere Ressourcen zur Verfügung stellen und die Arbeit der europäischen Geheim- und Nachrichtendienste besser koordinieren und uns stärker mit der Aufdeckung der Finanzierungsquellen des Terrorismus befassen.
In ihrer Außenpolitik muss sich die Union stärker darauf konzentrieren, bestimmte Staaten an der Unterstützung von terroristischen Gruppen durch Zwangsmaßnahmen und Sanktionen zu hindern. Außerdem muss sie schwache Staaten bei der Stärkung ihrer Institutionen und ihrer Demokratie unterstützen, um sie davon abzuhalten, Terroristen eine Heimstatt zu geben.
Frau Präsidentin! Die Wahrung der Rechtsstaatlichkeit und der Menschenrechte im Kampf gegen den Terrorismus ist nicht nur aus moralischen Gründen absolut notwendig. Sie ist das A und O unserer Strategie, denn genau das ist es, was die Terroristen zerstören wollen: die Werte, auf denen unsere Koexistenz beruht. Wenn wir auf diesem Gebiet nachgeben, wie im Falle des Irak-Krieges, in Guantánamo, Abu Ghraib oder den illegalen CIA-Flügen, geben wir den Terroristen Entschuldigungen an die Hand, die sie dann als Rechtfertigung nutzen können, und außerdem befördern wir dadurch ihre Aktivitäten noch.
Die Beschneidung der Grundrechte führt nicht zu mehr Sicherheit, sondern vielmehr zu mehr Angst. Wir brauchen freie Gesellschaften, die sich auch frei fühlen. Ängstliche Gesellschaften haben den Kampf gegen den Terrorismus bereits verloren. Es ist falsch, Sicherheit und Freiheit als Alternativen hinzustellen. Wir werden als freiere, offenere und integrativere Gesellschaften freier sein.
Prävention, die so wichtig ist und sowohl am 11. September in New York als auch am 11. März in Madrid versagt hat, ist genau so unerlässlich wie größere Effektivität in der Arbeit der Polizei und des Justizapparates. Unsere GASP muss dazu beitragen, dass der Nährboden verschwindet, auf dem der internationale Terrorismus gedeiht.
Terrorismus ist niemals zu rechtfertigen. Wir dürfen nicht über die Ursachen sprechen, sondern über die Umstände, die ihn nähren. Dabei stehen an erster Stelle die Demütigung und Verachtung, denen Millionen von Muslimen ausgesetzt sind und die sie als Vorherrschaft des Westens begreifen, sowie die Ausweitung endemischer Konflikte wie des Konflikts zwischen Israel und Palästina. Dazu trägt auch die respektlose Behandlung einer Religion bei, die von mehr als 1 300 Millionen Menschen in der ganzen Welt friedlich praktiziert wird."@de9
"Κυρία Πρόεδρε, η διεθνής τρομοκρατία είναι η πιο επικίνδυνη απειλή για την ειρήνη, την ασφάλεια, την ανθρώπινη αξιοπρέπεια και ακεραιότητα.
Έχουμε να αντιμετωπίσουμε φανατικούς φονταμενταλιστές, που είναι δογματικοί, αλλά όχι μια συγκεκριμένη θρησκεία ή θρησκευτική πεποίθηση. Μερικές φορές ξεχνάμε ότι είναι περισσότεροι οι Μουσουλμάνοι που έχουν πέσει θύματα της ισλαμικής τρομοκρατίας από τους Δυτικούς. Αυτό εξηγεί τη διεθνή επιτυχία πρωτοβουλιών όπως η Συμμαχία των Πολιτισμών, που υιοθετήθηκε από τα Ηνωμένα Έθνη, σε αντίθεση με τη σύγκρουση των πολιτισμών που υποστηρίζουν οι φονταμενταλιστές από τη μία ή την άλλη πλευρά.
Εκτός από καλύτερα μέσα, πρέπει να πατάξουμε τη διεθνή τρομοκρατία με εξυπνάδα και επιμονή, όχι με εμπρηστικούς λόγους που επιδεικνύουν μόνο βαθιά αδυναμία. Ο φασισμός, αρχικά, και μετά ο σταλινισμός, δεκαετίες αργότερα, ηττήθηκαν σε ιδεολογικό επίπεδο, χωρίς να απαρνηθούμε τις αρχές που βρίσκονται στην καρδιά των κοινωνιών μας, συμπεριλαμβανομένης της ελευθερίας της έκφρασης που εξασκείται με υπεύθυνο τρόπο.
Η έκθεσή μου δίνει ιδιαίτερη έμφαση στην αναγνώριση των θυμάτων ως κύριων πρωταγωνιστών, τους οποίους πρέπει να ακούσουν οι κρατικές εξουσίες. Γι’ αυτό βρίσκονται στο θεωρείο των επισήμων τέσσερα άμεσα θύματα της μεγάλης επίθεσης της 11ης Μαρτίου στη Μαδρίτη. Τον Jesús Ramírez Castanedo, τον Jesús Abril Escusa, την Isabel Casanova Ortega και τον Euclides Antonio Río Grajales. Θα ήθελα να τους ευχαριστήσω πολύ που είναι εδώ.
Πρόκειται για έναν αόρατο εχθρό, με μεγάλη γεωγραφική εξάπλωση, ο οποίος μπορεί να βρεθεί εντός και εκτός των συνόρων μας, συνεπώς, πρέπει να καταπολεμηθεί με έναν τρόπο διαφορετικό από εκείνον με τον οποίο πολεμούσε η Ευρωπαϊκή Ένωση τους εχθρούς της στο παρελθόν.
Η αντιτρομοκρατική στρατηγική της Ευρωπαϊκής Ένωσης πρέπει να είναι παγκόσμια, πολυμερής και να βασίζεται στο σύστημα των Ηνωμένων Εθνών. Οποιαδήποτε μονομερής και αποκλειστικά στρατιωτική απάντηση είναι καταδικασμένη σε αποτυχία. Η μάχη κατά της τρομοκρατίας θα κερδηθεί σε επίπεδο αξιών. Επομένως είναι κρίσιμο, προκειμένου να καταπολεμήσουμε την τρομοκρατία ηθικά, να αυξήσουμε την ευαισθητοποίηση των πολιτών για το ζήτημα αυτό και να κινητοποιήσουμε την κοινή μας γνώμη. Δεν πρέπει σε καμία περίπτωση να σταματήσουμε να επαγρυπνούμε. Δεν πρέπει απλώς να αντιδρούμε μετά από μια μεγάλη επίθεση, αλλά αντίθετα πρέπει να ενεργούμε με έναν μόνιμο και προορατικό τρόπο.
Μια ενισχυμένη ΚΕΠΠΑ είναι ζωτική για την επιτυχία μας. Αυτό σημαίνει βελτιώσεις, παροχή καλύτερων πόρων και καλύτερο συντονισμό μεταξύ των ευρωπαϊκών μυστικών υπηρεσιών και υπηρεσιών πληροφοριών, καθώς και περισσότερο έργο για την αποκάλυψη των διαύλων χρηματοδότησης της τρομοκρατίας.
Στις εξωτερικές δράσεις της, η Ένωση πρέπει να εστιάσει στο να αποτρέψει ορισμένα κράτη να παρέχουν στήριξη σε τρομοκρατικές ομάδες, μέσω καταναγκαστικών μέτρων και κυρώσεων, και πρέπει να βοηθήσει τα αδύναμα κράτη να ενισχύσουν τους θεσμούς τους και τη δημοκρατία τους προκειμένου να τα αποτρέψουν από την υπόθαλψη τρομοκρατών.
Κυρία Πρόεδρε, η διαφύλαξη του κράτους δικαίου και των ανθρωπίνων δικαιωμάτων στον αγώνα κατά της τρομοκρατίας δεν είναι μόνο απολύτως καίρια για ηθικούς λόγους. Είναι ο λόγος ύπαρξης της στρατηγικής μας, διότι αυτό ακριβώς θέλουν να καταστρέψουν οι τρομοκράτες: τις αξίες στις οποίες βασίζεται η συνύπαρξή μας. Αν υποχωρήσουμε σε αυτό το θέμα, όπως στην περίπτωση του πολέμου στο Ιράκ, του Γκουαντάναμο, του Αμπού Γκράιμπ ή των παράνομων πτήσεων της CIA, θα παράσχουμε στους τρομοκράτες προφάσεις, τις οποίες θα προσπαθήσουν να χρησιμοποιήσουν ως δικαιολογίες, και θα πυροδοτήσουμε τις δραστηριότητές τους.
Ο περιορισμός των θεμελιωδών δικαιωμάτων δεν δημιουργεί περισσότερη ασφάλεια, αλλά αντίθετα περισσότερο φόβο. Χρειαζόμαστε ελεύθερες κοινωνίες που να αισθάνονται ασφαλείς. Οι φοβισμένες κοινωνίες έχουν χάσει ήδη τη μάχη κατά της τρομοκρατίας. Το δίλημμα ασφάλεια/ελευθερία είναι ψευδές. Θα είμαστε πιο ασφαλείς αν είμαστε πιο ελεύθεροι, πιο ανοιχτοί και πιο ανεκτικοί.
Η πρόληψη, η οποία είναι τόσο σημαντική και η οποία απέτυχε τόσο την 11η Σεπτεμβρίου στη Νέα Υόρκη όσο και την 11η Μαρτίου στη Μαδρίτη, είναι καίρια, όπως και η μεγαλύτερη αποτελεσματικότητα στην αστυνομική και δικαστική δράση. Η ΚΕΠΠΑ μας πρέπει να συμβάλλει στην εξάλειψη του γόνιμου εδάφους στο οποίο ευδοκιμεί η διεθνής τρομοκρατία.
Η τρομοκρατία δεν είναι ποτέ δικαιολογήσιμη. Δεν πρέπει να μιλάμε ποτέ για αίτια, αλλά αντίθετα για τις συνθήκες που την καλλιεργούν, η πρώτη από τις οποίες είναι η ταπείνωση και η περιφρόνηση που υφίστανται εκατομμύρια Μουσουλμάνοι, την οποία αντιλαμβάνονται ως αλαζονεία εκ μέρους της Δύσης, και η έξαρση των ενδημικών συρράξεων όπως η σύρραξη Ισραηλινών και Παλαιστίνιων. Μία άλλη αιτία είναι η έλλειψη σεβασμού προς μια θρησκεία που ακολουθείται ειρηνικά από περισσότερους από 1 300 εκατομμύρια ανθρώπους σε όλο τον κόσμο."@el10
".
Madam President, international terrorism is the most dangerous threat to peace, security, human dignity and integrity.
We are dealing with fundamentalist fanatics, who are dogmatic, but not a particular religion or belief. We sometimes forget that there have been more Muslim victims of Islamist terrorism than Western victims. This explains the international success of initiatives such as the Alliance of Civilisations, adopted by the United Nations, in opposition to the clash of civilisations advocated by fundamentalists from one side or another.
As well as better resources, international terrorism must be beaten by means of intelligence and tenacity, not by means of inflammatory speeches that only demonstrate fundamental weakness. Fascism, firstly, and then Stalinism, decades later, were defeated in the ideological field, without surrendering the principles that lie at the heart of our societies, including freedom of expression exercised in a responsible manner.
My report places particular emphasis on recognising the victims as principal actors, to whom the public powers must listen. We therefore have four direct victims of the massive attack of 11 March in Madrid in the gallery. Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega and Euclides Antonio Río Grajales. I would like to thank them very much for being here.
Being an invisible enemy, which is geographically diffuse, and which can be found inside and outside of our borders, it needs to be fought in a way that is different to the way the European Union has had to fight its enemies in the past.
The European Union’s anti-terrorist strategy must be global, multilateral and based on the United Nations system. Any unilateral and exclusively military response is doomed to failure. The fight against terrorism will be won in the field of values. It is therefore crucial, in order to defeat terrorism morally, to increase the awareness of it and mobilise our public opinion. We must at no point lower our guard. We must not just react following a massive attack, but rather we should act in a permanent and proactive manner.
A strengthened CFSP is vital to our success. This means making improvements, providing better resources and better coordination amongst European intelligence and information services and more work on uncovering terrorism’s funding channels.
In its external actions, the Union must focus on stopping certain States providing support for terrorist groups, through coercive measures and sanctions, and it must help weak States to strengthen their institutions and their democracy in order to prevent them from harbouring terrorists.
Madam President, preserving the rule of law and human rights in the fight against terrorism is not just absolutely crucial for moral reasons. It is the raison d'etre of our strategy, because that is precisely what the terrorists want to destroy: the values on which our co-existence is based. If we give ground in this area, as in the case of the Iraq War, Guantánamo, Abu Ghraib or the illegal CIA flights, we will be providing the terrorists with excuses, which they will try to use as justification, and we will be fuelling their activities.
Restricting fundamental rights does not create more security, but rather more fear. We need free societies that feel secure in themselves. Fearful societies have already lost the fight against terrorism. The security/freedom dilemma is a false one. We will be safer if we are freer, more open and more inclusive.
Prevention, which is so important and which failed both on 11 September in New York and on 11 March in Madrid, is crucial, as is greater efficiency in police and judicial action. Our CFSP must contribute to eradicating the fertile ground upon which international terrorism thrives.
Terrorism is never justifiable. We must never talk about causes, but rather the circumstances that feed it, the first of which is the humiliation and disdain suffered by millions of Muslims, which they perceive as arrogance on the part of the West, and the exacerbation of endemic conflicts such as the Israeli-Palestinian conflict. Another is the disrespectful treatment of a religion that is followed peacefully by more than 1 300 million people throughout the world."@en4
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@et5
".
Arvoisa puhemies, kansainvälinen terrorismi on vaarallisin uhka rauhalle, turvallisuudelle, ihmisarvolle ja ihmisten koskemattomuudelle.
Kyse on fundamentalistisista ja dogmaattisista fanaatikoista, ei tietystä uskonnosta tai vakaumuksesta. Unohdamme joskus, että islamistien terrorismilla on enemmän islaminuskoisia kuin länsimaisia uhreja. Tämä selittää sen, että YK:n hyväksymän "kulttuurien liiton" (Alliance of Civilisations) kaltaiset aloitteet onnistuvat – toisin kuin eri osapuolia edustavien fundamentalistien kannattamat kulttuurien yhteentörmäykset.
Kansainvälisen terrorismin voittamiseksi tarvitaan paitsi lisää resursseja, myös tiedustelutietoa ja sitkeyttä – ei palopuheita, jotka ovat osoitus ainoastaan perusluonteisista heikkouksista. Ensin fasismi ja vuosikymmeniä myöhemmin stalinismi voitettiin ideologisella kentällä luopumatta periaatteista, jotka muodostavat yhteiskuntiemme ytimen ja joista yksi on vastuuntuntoisesti käytetty sananvapaus.
Mietinnössäni korostetaan erityisesti sen tunnustamista, että uhrit ovat keskeisiä toimijoita, joita julkisen vallan on kuunneltava. Siksi lehterillä on neljä 11. maaliskuuta Madridissa tehdyn vakavan iskun suoranaista uhria. Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega ja Euclides Antonio Río Grajales. Kiitän heitä lämpimästi siitä, että he ovat tulleet tänne.
Koska tämä vihollinen on näkymätön, maantieteellisesti hajanainen ja läsnä sekä rajojemme sisällä että niiden ulkopuolella, sitä ei voida torjua samalla tavalla kuin Euroopan unioni on joutunut torjumaan vihollisiaan aiemmin.
Euroopan unionin terrorismin vastaisen strategian on oltava maailmanlaajuinen ja monenvälinen, ja siinä on nojauduttava Yhdistyneisiin Kansakuntiin perustuvaan järjestelmään. Jos terrorismiin vastataan yksipuolisesti ja yksinomaan sotilaallisesti, yritys on tuomittu epäonnistumaan. Terrorismin vastainen taistelu voitetaan arvojen kentällä. Jotta terrorismi voidaan kukistaa moraalisesti, on siten välttämätöntä lisätä tietämystä siitä ja herättää yleinen mielipide. Meidän on pysyttävä valppaina koko ajan. Emme saa tyytyä vain reagoimaan massiivisiin iskuihin, vaan meidän on toimittava jatkuvasti ja ennakoivasti.
Onnistuaksemme meidän on ehdottomasti vahvistettava yhteistä ulko- ja turvallisuuspolitiikkaamme. Tämä merkitsee, että on tehtävä parannuksia, on kohennettava EU:n tiedustelu- ja tietopalvelujen resursseja ja koordinaatiota. Myös terrorismin rahoituskanavia on pyrittävä paljastamaan tehokkaammin.
Ulkoisessa toiminnassaan Euroopan unionin on ennen kaikkea estettävä pakkokeinojen ja seuraamusten avulla tiettyjä valtioita tukemasta terroristiryhmiä ja autettava heikkoja valtioita vahvistamaan instituutioitaan ja demokratiaansa, jotta ne eivät suojelisi terroristeja.
Arvoisa puhemies, oikeusvaltion sääntöjen noudattaminen ja ihmisoikeuksien kunnioittaminen terrorismin torjunnassa ei ole ehdottoman välttämätöntä vain moraalisista syistä. Se on strategiamme olemassaolon tarkoitus, koska juuri sen terroristit haluavat tuhota: arvot, jolle rinnakkaiselomme perustuu. Jos annamme periksi tässä, kuten on tapahtunut Irakin sodassa, Guantánamossa, Abu Ghraibissa ja CIA:n laittomien lentojen yhteydessä, tarjoamme terroristeille tekosyitä, joita he pyrkivät käyttämään tekojensa oikeutuksena, ja lietsomme heidän toimiaan.
Perusoikeuksien rajoittaminen ei lisää turvallisuutta vaan pelkoa. Tarvitaan vapaita yhteiskuntia, jotka tuntevat itsessään olonsa turvallisiksi. Pelokkaat yhteiskunnat ovat jo hävinneet terrorismin vastaisen taistelun. Turvallisuuden ja vapauden välinen dilemma on keinotekoinen. Olemme paremmassa turvassa, jos olemme vapaampia, avoimempia ja osallistavampia.
Ennalta ehkäiseminen, joka on niin tärkeää ja jossa epäonnistuimme sekä 11. syyskuuta New Yorkissa että 11. maaliskuuta Madridissa, on ratkaisevaa, kuten myös poliisin ja oikeuslaitoksen toiminnan tehostaminen. Meidän on käytettävä ulko- ja turvallisuuspolitiikkaamme sen hedelmällisen maaperän hävittämiseksi, jossa kansainvälinen terrorismi kukoistaa.
Terrorismi ei ole koskaan oikeutettua. Meidän ei pidä puhua terrorismin syistä, vaan sitä ruokkivista olosuhteista, joista ensimmäinen on miljooniin islaminuskoisiin kohdistettu nöyryytys ja halveksunta, joita he pitävät lännen ylimielisyytenä, ja Israelin ja Palestiinan välisen konfliktin kaltaisten, syvään juurtuneiden konfliktien pahenemisesta. Toinen on yli 1 300 miljoonan ihmisen eri puolilla maailmaa rauhanomaisesti harjoittaman uskonnon epäkunnioittava kohtelu."@fi7
".
Madame la Présidente, le terrorisme international est la menace la plus dangereuse pour la paix, la sécurité, la dignité et l’intégrité humaines.
Nous sommes confrontés à des fanatiques intégristes et dogmatiques, pas à une religion ou à une croyance en particulier. Nous oublions parfois qu’il y a eu plus de musulmans victimes des attentats islamistes que de victimes occidentales. Ceci explique le succès international d’initiatives comme l’Alliance des civilisations, adoptée par les Nations unies pour prendre le contre-pied du «choc des civilisations» prôné par les intégristes de l’un comme de l’autre bord.
Outre de meilleures ressources, il faut, pour combattre le terrorisme international, de l’intelligence et de la ténacité, et non des discours incendiaires qui ne démontrent qu’une faiblesse foncière. Le fascisme, puis le stalinisme, deux décennies plus tard, ont été vaincu sur le terrain idéologique, sans qu’on ait voulu renoncer aux principes qui inspirent nos sociétés, parmi lesquels la liberté d’expression responsable.
Mon rapport insiste en particulier sur la reconnaissance des victimes. Ce sont les acteurs principaux de ce drame et les pouvoirs publics doivent les écouter. Nous avons ainsi avec nous aujourd’hui quatre victimes directes des attentats terroristes du 11 mars à Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega et Euclides Antonio Río Grajales. Je voudrais les remercier de leur présence.
Étant un ennemi invisible, géographiquement diffus, qui se trouve à l’intérieur et à l’extérieur de nos frontières, il ne faut pas le combattre de la façon dont l’Union européenne a combattu ses ennemis dans le passé.
La stratégie antiterroriste de l’Union européenne doit être mondiale, multilatérale et basée sur le rôle des Nations unies. Toute réponse unilatérale et exclusivement militaire est vouée à l’échec. La lutte contre le terrorisme se gagnera sur le terrain des valeurs. Il est dès lors crucial, pour vaincre moralement le terrorisme, de sensibiliser et de mobiliser notre opinion publique. Nous ne devons en aucun cas baisser la garde. Nous ne devons pas nous contenter de réagir après une attaque terroriste massive, nous devons plutôt agir de façon permanente et proactive.
Une PESC renforcée est essentielle, si nous voulons réussir. Cela signifie améliorer, fournir de meilleures ressources et mieux coordonner les services européens d’information et de renseignement, et rechercher davantage les sources de financement du terrorisme.
Dans ses actions extérieures, l’Union doit s’employer à faire renoncer les États qui entendent apporter leur soutien aux groupes terroristes, grâce à des mesures coercitives et à des sanctions, et elle doit aider les États faibles à renforcer leurs institutions et leur démocratie afin d’éviter qu’ils n’abritent des terroristes.
Madame la Présidente, préserver l’État de droit et les droits de l’homme n’est pas seulement important pour des raisons morales. C’est la raison d’être de notre stratégie, parce que ce que les terroristes essaient précisément de détruire, ce sont les valeurs sur lesquelles se base notre coexistence. Si nous cédons sur ce terrain, comme cela s’est produit avec la guerre en Irak, Guantánamo, Abu Ghraib ou les vols illégaux de la CIA, nous fournirons aux terroristes des excuses qu’ils essaieront d’utiliser comme justification et nous alimenterons leurs activités.
Limiter les droits fondamentaux ne crée pas plus de sécurité, mais plus de peur. Nous avons besoin de sociétés libres qui se sentent sûres d’elles. Les sociétés apeurées ont déjà perdu la bataille contre le terrorisme. Le dilemme sécurité/liberté est un faux dilemme. Nous serons plus en sécurité, si nous sommes plus libres, plus ouverts et plus accueillants.
La prévention, qui est si importante et qui nous a fait défaut, aussi bien pour le 11 septembre à New York que pour le 11 mars à Madrid, est essentielle, de même qu’une police et une justice plus efficaces. Notre PESC doit contribuer à la disparition du terrain fertile qui nourrit le terrorisme international.
Le terrorisme ne se justifie jamais. Nous ne devons jamais parler des causes, mais plutôt des circonstances qui le nourrissent, la première de ces circonstances étant l’humiliation et le mépris dont souffrent des millions de musulmans, qui perçoivent comme de l’arrogance l’attitude de l’occident, et l’aggravation des conflits endémiques, au premier rang desquels le conflit israélo-palestinien. Parmi ces circonstances, il y a aussi l’attitude souvent irrespectueuse de certains envers une religion pratiquée par plus de 1 300 millions de personnes à travers le monde."@fr8
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@hu11
".
Signora Presidente, il terrorismo internazionale rappresenta la più pericolosa minaccia per pace, sicurezza, dignità ed integrità umana.
Abbiamo a che fare con fanatici fondamentalisti dogmatici, e non con una particolare religione o un particolare credo. Talvolta dimentichiamo che il terrorismo islamico ha fatto più vittime musulmane che occidentali. Questo spiega il successo internazionale di iniziative come l’Alleanza delle civiltà, adottata dalle Nazioni Unite, destinata a contrastare lo scontro di civiltà sostenuto dai fondamentalisti di una parte e dell’altra.
Oltre a maggiori risorse, per sconfiggere il terrorismo internazionale occorrono intelligenza e tenacia, e non discorsi incendiari che non fanno che rivelare una debolezza di base. Il fascismo, per primo, e poi lo stalinismo, alcuni decenni dopo, sono stati sconfitti sul piano ideologico, senza che per questo abbiamo dovuto rinunciare ai principi che sono al centro stesso delle nostre società, compresa la libertà d’espressione esercitata in modo responsabile.
La mia relazione pone l’accento sul riconoscimento delle vittime come soggetti di primo piano, che i pubblici poteri devono ascoltare. Per questo ci sono in tribuna quattro vittime del grave attentato dell’11 marzo a Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega e Euclides Antonio Río Grajales. Desidero ringraziarli moltissimo della loro presenza qui oggi.
Poiché è un nemico invisibile, geograficamente diffuso, che può trovarsi all’interno e all’esterno delle nostre frontiere, deve essere combattuto in modo diverso rispetto al modo in cui l’Unione europea ha dovuto difendersi dai nemici del passato.
La strategia antiterroristica dell’Unione europea deve essere globale, multilaterale e basata sul sistema delle Nazioni Unite. Qualsiasi risposta unilaterale ed esclusivamente militare è destinata a fallire. La lotta contro il terrorismo sarà vinta sul campo dei valori. E’ pertanto fondamentale, per sconfiggere moralmente il terrorismo, sensibilizzare e mobilitare la nostra opinione pubblica. Non dobbiamo mai abbassare la guardia. Non dobbiamo reagire solo dopo un attacco grave, ma agire invece in modo permanente e proattivo.
Una PESC rafforzata è vitale per un buon esito in questo campo; ciò significa apportare miglioramenti, fornire maggiori risorse e migliorare il coordinamento tra i servizi di
e di informazione europei e potenziare il lavoro necessario per scoprire i canali di finanziamento del terrorismo.
Nelle sue azioni esterne l’Unione deve fare in modo, mediante misure coercitive e sanzioni, di impedire a certi Stati di fornire sostegno ai gruppi terroristici, e deve aiutare gli Stati deboli a rafforzare le loro istituzioni e i loro sistemi democratici per impedire che proteggano e nascondano i terroristi.
Signora Presidente, salvaguardare lo Stato di diritto e i diritti umani nella lotta contro il terrorismo non è solo assolutamente cruciale per ragioni morali, è la ragion d’essere stessa della nostra strategia, perché è proprio quello che i terroristi vogliono distruggere: i valori sui quali si basa la nostra convivenza. Se cediamo in questo settore, come nel caso della guerra in Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o i voli illegali della CIA, forniremo ai terroristi delle scuse che cercheranno di utilizzare come giustificazione e in questo modo alimenteremo le loro attività.
La limitazione dei diritti fondamentali non produce un maggiore senso di sicurezza fra la popolazione, ma induce piuttosto alla paura. Abbiamo bisogno di società libere che si sentano sicure. Le società che vivono nella paura hanno già perso in partenza la lotta contro il terrorismo. Il dilemma sicurezza/libertà è un falso problema. Saremo più sicuri se saremo più liberi, più aperti e più inclusivi.
La prevenzione, che è così importante e che ha fallito sia l’11 settembre a New York sia l’11 marzo a Madrid, è cruciale, così come una maggiore efficienza della polizia e dell’azione giudiziaria. La nostra PESC deve contribuire fare scomparire il terreno fertile sul quale prospera il terrorismo internazionale.
Il terrorismo non è mai giustificabile. Non dobbiamo mai parlare di cause, ma piuttosto di circostanze che lo alimentano, prime fra tutte l’umiliazione e il disprezzo patiti da milioni di musulmani, che vengono percepiti come gesti di arroganza da parte dell’Occidente, e l’esacerbazione dei conflitti endemici come il conflitto israelo-palestinese. Un’altra è il trattamento irriguardoso di una religione praticata pacificamente da oltre 1 300 milioni di persone in tutto il mondo."@it12
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@lt14
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@lv13
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@mt15
"Mevrouw de Voorzitter, internationaal terrorisme is de grootste bedreiging voor de vrede, de veiligheid en de menselijke waardigheid en integriteit.
We moeten fundamentalistische, dogmatische fanatici aanpakken, niet een religie of een geloof. Soms vergeten we dat het moslimterrorisme meer islamitische dan westerse slachtoffers heeft geëist. Dat verklaart het internationale succes van initiatieven als de Alliantie van Beschavingen, goedgekeurd door de Verenigde Naties, als antwoord op de botsing van beschavingen die fundamentalisten van de ene of de andere partij voorstaan.
Naast efficiëntere middelen zijn intelligentie en vastberadenheid nodig om het internationale terrorisme te verslaan, niet opruiende taal die alleen maar wijst op eigenlijke zwakheid. Het fascisme en decennia later het stalinisme hebben we verslagen op ideologisch terrein, zonder de grondbeginselen van onze samenlevingen op te geven, ook niet de op verantwoorde wijze uitgeoefende vrijheid van meningsuiting.
In mijn verslag onderstreep ik dat slachtoffers als belangrijke actoren moeten worden erkend en dat overheden naar hen moeten luisteren. Daarom zitten er vandaag op de tribune vier directe slachtoffers van de aanslag van 11 maart in Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega en Euclides Antonio Río Grajales. Ik wil hen hartelijk danken voor hun komst.
We hebben te maken met een onzichtbare, geografisch verspreide vijand die zich zowel binnen als buiten onze grenzen bevindt, en daarom op een andere manier bestreden moet worden dan vroegere vijanden van de Europese Unie.
De antiterrorismestrategie van de Europese Unie moet een mondiale, multilaterale strategie zijn die stoelt op het systeem van de Verenigde Naties. Ieder unilateraal, louter militair antwoord is tot mislukking gedoemd. De strijd tegen het terrorisme zal worden gewonnen op het terrein van de waarden. Om het terrorisme moreel te verslaan zijn bewustmaking en mobilisering van onze publieke opinie een absolute noodzaak. We mogen onze aandacht geen moment laten verslappen. We moeten niet alleen na een grote aanslag reageren, maar voortdurend en proactief handelen.
Een krachtiger GBVB is een voorwaarde voor succes. Europese inlichtingen- en informatiediensten moeten over optimale middelen beschikken, hun werking en hun coördinatie moeten beter worden, en er moet meer gedaan worden om de financiële netwerken van het terrorisme bloot te leggen.
In het kader van het externe beleid moet de Unie landen die terroristische groeperingen steunen, een halt toeroepen door middel van sancties en dwangmaatregelen, en zwakke landen helpen hun instellingen en democratie te versterken om te voorkomen dat er terroristische groeperingen neerstrijken.
Mevrouw de Voorzitter, eerbied voor de beginselen van de rechtsstaat en de mensenrechten in de strijd tegen het terrorisme is niet alleen om morele redenen een absolute noodzaak, het is de raison d’être van onze strategie, want daarop hebben de terroristen het nu juist gemunt: op de waarden waarop onze samenleving is gebaseerd. Als we op dit gebied de teugels laten vieren, zoals gebeurd is met de oorlog in Irak, Guantánamo, Abu Ghraib en de illegale CIA-vluchten, geven we terroristen een argument om hun daden te rechtvaardigen, en voeden we het terrorisme.
Beperking van de grondrechten leidt niet tot meer veiligheid, maar tot meer angst. We hebben vrije samenlevingen nodig die stevig in hun schoenen staan. Een angstige maatschappij heeft de strijd tegen het terrorisme al bij voorbaat verloren. Het dilemma veiligheid of vrijheid is een vals dilemma. We zullen veiliger zijn als we vrijer, opener zijn en niemand uitsluiten.
Preventie, waar het zowel op 11 september in New York als op 11 maart in Madrid mis ging, is van fundamenteel belang, evenals doeltreffender optreden van politie en justitie. Ons GBVB moet helpen de voedingsbodem van het internationale terrorisme weg te nemen.
Terrorisme valt nooit te rechtvaardigen. Over oorzaken mag dan ook niet gesproken worden, maar wel omstandigheden die terrorisme in de hand werken, zoals allereerst de vernedering en minachting die miljoenen moslims voelen vanwege hetgeen zij opvatten als westerse arrogantie, en het verscherpen van langdurige conflicten als het Israëlisch-Palestijnse conflict. Een ander voorbeeld is de laatdunkende behandeling van een geloof dat meer dan 1,3 miljard mensen ter wereld op vreedzame wijze aanhangen."@nl3
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@pl16
"Senhora Presidente, o terrorismo internacional constitui a mais perigosa ameaça para a paz, a segurança e a dignidade e integridade do ser humano.
Defrontamo-nos com fundamentalistas fanáticos, que são dogmáticos, mas não estamos perante uma religião nem um credo. Esquecemos muitas vezes que houve mais vítimas mortais do terrorismo islamista entre os cidadãos muçulmanos do que entre os cidadãos do Ocidente. Isto explica o êxito internacional de iniciativas como a Aliança de Civilizações, adoptada pelas Nações Unidas em oposição ao chamado "choque de civilizações" defendido por fundamentalistas de ambos os lados.
Para além de melhores recursos, é com inteligência e tenacidade que se combate o terrorismo internacional, não com discursos incendiários que, no fundo, só demonstram fraqueza. O fascismo, primeiro, e o estalinismo, décadas mais tarde, foram derrotados no campo ideológico, sem renunciar aos princípios que inspiram as nossas sociedades, entre eles a liberdade de expressão exercida de forma responsável.
No meu relatório, atribuo particular importância ao reconhecimento das vítimas como actores principais, cuja voz deve ser ouvida pelos poderes públicos. Por essa razão, temos hoje aqui connosco, na tribuna oficial, quatro vítimas directas do atentado maciço de 11 de Março em Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega e Euclides Antonio Río Grajales. Quero agradecer-lhes muito a sua presença.
Ao ser um inimigo invisível, geograficamente difuso, que se encontra fora e dentro das nossas fronteiras, tem de ser combatido de uma maneira diferente daquela com que a União Europeia afrontava os seus inimigos no passado.
A estratégia antiterrorista da União Europeia deve ser global, multilateral e baseada no sistema das Nações Unidas. Toda a resposta unilateral e exclusivamente militar está condenada ao fracasso. A luta contra o terrorismo será ganha no campo dos valores. Assim, para derrotar moralmente o terrorismo, é indispensável sensibilizar e mobilizar a nossa opinião pública. Nunca se deve baixar a guarda. Não devemos reagir apenas na sequência de um ataque maciço, mas antes actuar de forma permanente e pró-activa.
O reforço da PESC é condição necessária para que os nossos esforços sejam coroados de êxito. Tal pressupõe introduzir melhoramentos, dotar de melhores recursos e assegurar uma maior coordenação entre os serviços de informações de segurança europeus e intensificar os trabalhos com vista à descoberta dos canais de financiamento do terrorismo.
Na sua acção externa, a União deve concentrar-se em impedir determinados Estados de prestar apoio a grupos terroristas, mediante medidas coercivas e sanções, bem como em ajudar os Estados débeis a fortalecer as suas instituições e a sua democracia, a fim de evitar que os grupos terroristas aí se alojem.
Senhora Presidente, preservar o Estado de direito e os direitos humanos na luta contra o terrorismo não é apenas uma exigência absoluta por razões de ordem moral. É a razão de ser fundamental da nossa estratégia, porque é precisamente o que os terroristas querem destruir: os valores em que se baseia a nossa coexistência. Se cedermos neste terreno, como aconteceu com a guerra do Iraque, Guantânamo, Abu Ghraib ou os voos ilegais da CIA, estaremos a dar desculpas aos terroristas, que as procurarão utilizar como justificação, e estaremos a alimentar as suas acções.
A limitação dos direitos fundamentais não produz mais segurança, mas sim mais medo. Necessitamos de sociedades livres, seguras de si mesmas. Uma sociedade medrosa perde de antemão a batalha contra o terrorismo. O dilema segurança/liberdade é falso. Seremos mais seguros se formos mais livres, mais abertos e mais inclusivos.
A prevenção, tão importante e que tanto falhou no 11 de Setembro em Nova Iorque como no 11 de Março em Madrid, é crucial, como o é uma maior eficácia na acção policial e judicial. A nossa PESC deve contribuir para a erradicação do caldo de cultura de que se alimenta o terrorismo internacional.
O terrorismo é sempre injustificável. Nunca devemos falar de causas, mas antes das circunstâncias que as nutrem, a primeira das quais é a humilhação e o desprezo que sentem milhões de muçulmanos face ao que entendem ser a arrogância e a prepotência do Ocidente, e outra é o agravamento de conflitos endémicos como o conflito israelo-palestiniano. Outra ainda é o desrespeito com que é tratada uma religião em que crêem pacificamente mais de mil e trezentos milhões de pessoas no mundo."@pt17
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@ro18
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@sk19
"Señora Presidenta, el terrorismo internacional es la más peligrosa amenaza para la paz, la seguridad, la integridad y la dignidad del ser humano.
Nos enfrentamos a fanáticos integristas, dogmáticos, pero no a una religión o creencia. Olvidamos, a veces, que han caído más víctimas musulmanas a manos del terrorismo islamista que víctimas occidentales. Ello explica el éxito internacional de iniciativas como la Alianza de Civilizaciones, adoptada por las Naciones Unidas, frente al choque de civilizaciones que propugnan integristas de uno y otro signo.
Además de con mejores medios, al terrorismo internacional hay que vencerlo con inteligencia y tenacidad, no con discursos incendiarios que no demuestran más que debilidad de fondo. Al fascismo, primero, y al estalinismo, décadas más tarde, se les derrotó en el terreno ideológico, sin renunciar a los principios que inspiran a nuestras sociedades, entre ellos la libertad de expresión ejercida de manera responsable.
Hago en este informe especial énfasis en el reconocimiento de las víctimas como actores principales, cuya voz se oiga por los poderes públicos. Por ello, nos acompañan hoy en la tribuna cuatro víctimas directas del macroatentado del 11 de marzo en Madrid: Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega y Euclides Antonio Río Grajales. A ellos, muchas gracias por su presencia.
Al ser un enemigo invisible, geográficamente difuso, que se encuentra fuera y dentro de nuestra frontera, la manera de combatirlo es diferente a cómo afrontaba la Unión Europea los enemigos del pasado.
La estrategia antiterrorista de la Unión Europea debe ser global, multilateral y basada en el sistema de las Naciones Unidas. Toda respuesta unilateral y exclusivamente militar está condenada al fracaso. La lucha contra el terrorismo se ganará en el terreno de los valores. Por ello, es imprescindible para la derrota moral del terrorismo sensibilizar y movilizar a nuestras opiniones públicas. Nunca se debe bajar la guardia. No debemos reaccionar sólo tras un macroatentado, sino de forma permanente y proactiva.
La PESC fortalecida es condición necesaria para el éxito. Ello conlleva mejorar, dotar de mejores medios y coordinar mejor a los servicios de información e inteligencia europeos y profundizar en el descubrimiento de los canales de financiación del terrorismo.
La Unión, en su acción exterior, debe concentrarse en hacer desistir a los Estados que lo hacen de prestar apoyo a los grupos terroristas, mediante medidas sancionadoras y coercitivas, así como ayudar a los Estados débiles a fortalecer sus instituciones y a fortalecer la democracia para impedir que en ellos aniden los grupos terroristas.
Señora Presidenta, preservar el Estado de Derecho y los derechos humanos en la lucha contra el terrorismo no es sólo el límite infranqueable por razones morales, es la razón de ser de nuestra estrategia, porque es justamente lo que los terroristas quieren destruir: los valores en que se basa nuestra convivencia. Si se cede en ese terreno, como ha ocurrido con la guerra de Iraq, Guantánamo, Abu Ghraib o los vuelos ilegales de la CIA, estaremos dando excusas a los terroristas, que así intentarán justificarse, y estaremos proporcionando combustible al terrorismo.
La limitación de los derechos fundamentales no produce más seguridad, sino más miedo. Necesitamos sociedades libres, seguras de sí mismas. Las sociedades medrosas pierden de antemano la lucha contra el terrorismo. Es falso el dilema seguridad/libertad. Seremos más seguros si somos más libres, más abiertos y más inclusivos.
La prevención, tan importante y que falló tanto el 11 de septiembre en Nueva York como el 11 de marzo en Madrid, es esencial, como lo es una mayor eficacia en la acción policial y judicial. Nuestra PESC debe contribuir a hacer desaparecer el caldo de cultivo en el que se alimenta el terrorismo internacional.
El terrorismo es siempre injustificable. Nunca debemos hablar de causas, pero sí existen circunstancias que lo nutren, la primera de las cuales es la humillación y el desprecio que sienten millones de musulmanes, ante lo que entienden como arrogancia y prepotencia de occidente, y el agravamiento de conflictos endémicos como el israelopalestino. Lo es también tratar despectivamente a una religión en la que creen pacíficamente más de 1 300 millones de personas en el mundo."@sl20
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Herr talman! Den internationella terrorismen utgör det farligaste hotet mot fred, säkerhet och människors värdighet och integritet.
Vi har att göra med fundamentalistiska och dogmatiska fanatiker, inte med en speciell religion eller livsåskådning. Vi glömmer ibland att den islamistiska terrorismen har skördat fler muslimers liv än västerlänningars. Det är förklaringen till de internationella framgångarna för initiativ som Civilisationernas allians, som antogs av FN som en motvikt till den ”civilisationernas krock” som fundamentalister på båda sidor har frammanat.
Det krävs mer resurser, men den internationella terrorismen måste också besegras med hjälp av intelligens och uthållighet, inte med provocerande tal som bara tyder på en grundläggande svaghet. Fascismen och flera årtionden senare stalinismen besegrades på det ideologiska området, utan att ge upp de principer som utgör hjärtpunkten i våra samhällen, och som omfattar yttrandefrihet under ansvar.
Mitt betänkande lägger särskild vikt vid att ge terrorismens offer en roll som huvudaktörer, som myndigheterna måste lyssna på. Vi har därför fyra direkta offer för den förödande attacken i Madrid den 11 mars med oss på åhörarläktaren, nämligen Jesús Ramírez Castanedo, Jesús Abril Escusa, Isabel Casanova Ortega och Euclides Antonio Río Grajales. Jag vill tacka dem varmt för att de har kommit hit.
Eftersom det handlar om en osynlig motståndare, som är geografiskt diffus och kan hittas både innanför och utanför våra gränser, måste motståndaren bekämpas på ett sätt som skiljer sig från det sätt EU tidigare har bekämpat sina fiender på.
EU:s terroristbekämpningsstrategi måste vara global, multilateral och grundas på FN-systemet. Alla unilaterala och ensidigt militära åtgärder är dömda att misslyckas. Kampen mot terrorismen kommer att vinnas på värderingarnas område. För att bekämpa terrorismen mentalt är det därför av största vikt att öka medvetenheten om den och mobilisera den offentliga opinionen. Vi får på inga villkor sänka garden. Vi får inte bara reagera efter en större attack, utan bör snarare handla kontinuerligt och förebyggande.
En förstärkt gemensam utrikes- och säkerhetspolitik är avgörande om vi ska lyckas. Det betyder att vi måste genomföra förbättringar, ge ökade resurser och förbättra samordningen mellan EU:s underrättelsetjänster och lägga mer arbete på att avslöja terrorismens finansieringsvägar.
I sina yttre åtgärder måste unionen inrikta sig på att hindra vissa länder från att stödja terroristgrupper, genom tvångsåtgärder och sanktionsåtgärder, och hjälpa svaga länder att stärka sina institutioner och sin demokrati för att förhindra att de gömmer terrorister.
Att försvara rättsstaten och de mänskliga rättigheterna i kampen mot terrorismen är inte bara helt avgörande av moraliska skäl. Det är själva grundvalen för vår strategi, eftersom det är just detta terroristerna vill förstöra: de värden som vår samexistens grundar sig på. Om vi ger vika på det området, så som har skett i Irakkriget, på Guantanamobasen, i Abu Ghraib eller i fallet med CIA-flygningarna, förser vi terroristerna med ursäkter som de kommer att försöka använda för att rättfärdiga sig, och vi kommer att underblåsa deras verksamhet.
Att begränsa grundläggande rättigheter ger inte ökad säkerhet, bara mer rädsla. Vi behöver fria samhällen som känner sig trygga i sig själva. Samhällen som präglas av skräck har redan förlorat kampen mot terrorismen. Dilemmat med säkerhet kontra frihet är falskt. Vi kommer att vara säkrare om vi är friare, öppnare och mer toleranta.
Förebyggande åtgärder, som är så viktiga och som misslyckades både den 11 september i New York och den 11 mars i Madrid, har avgörande betydelse, precis som ökad effektivitet i polisens och rättsväsendets arbete. Vår gemensamma utrikes- och säkerhetspolitik måste bidra till att undanröja den grogrund där den internationella terrorismen frodas.
Terrorism kan aldrig rättfärdigas. Vi får aldrig tala om orsaker, utan snarare om omständigheter som gör att den uppkommer – i första hand den känsla av förödmjukelse och förakt som miljoner av muslimer lider av och upplever som arrogans från västvärldens sida och upptrappade interna konflikter, som den mellan Israel och Palestina. En annan sådan omständighet är den respektlösa behandlingen av en religion som över 1,3 miljarder människor över hela världen fredligt bekänner sig till."@sv22
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lpv:unclassifiedMetadata |
"Luis Yañez-Barnuevo García (PSE ),"18,5,20,15,1,19,14,16,11,13
"Ponente"18,5,20,15,1,19,14,11,16,13
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Named graphs describing this resource:
The resource appears as object in 2 triples