Local view for "http://purl.org/linkedpolitics/eu/plenary/2005-04-27-Speech-3-016"
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Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que estos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde estos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Esta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@es20
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"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@cs1
"Hr. formand, jeg vil begynde mit indlæg med at undskylde på vegne af kommissær Ferrero-Waldner, som ikke har kunnet være til stede her i dag, og samtidig give udtryk for min tilfredshed over at kunne erstatte hende i et spørgsmål, der er så essentielt for vores samfundsmodel, for vores politiske og civile samfund og for vores europæiske projekt.
EU mener, at der er tre grundlæggende principper i forbindelse med domstolen. For det første er der domstolens princip om almengyldighed, og i denne forbindelse fører vi i hele verden en kampagne for at øge antallet af ratifikationer af Rom-statutten, og jeg er meget tilfreds med, at de 77 AVS-lande i marts i fællesskab besluttede at medtage en forpligtelse til at ratificere statutten i den nye Cotonou-aftale, der skal undertegnes i nær fremtid.
For det andet synes vi, at domstolens princip om integritet, som nogle lande har angrebet, er afgørende. F.eks. underminerer de bilaterale aftaler om immunitet, som USA har foreslået, selve domstolens koncept. Kommissionen er også bekymret over det sanktionssystem, som USA har indført over for de lande, der nægter at underskrive disse aftaler, og vi giver fortsat udtryk for vores bekymring over disse spørgsmål i vores dialog med USA.
Endelig er der domstolens tredje princip om komplementaritet til de nationale retssystemer. Det internationale retsvæsen er ikke en erstatning for det nationale retsvæsen. Derfor støtter vi genopbygningen af retssystemerne i de lande, hvor retsvæsenet ikke har været i stand til eller ikke har haft vilje til at forfølge de alvorlige krænkelser af menneskerettighederne.
Vedtagelsen den 31. marts af en resolution i FN's Sikkerhedsråd om situationen i Darfur, som før første gang henviser til Den Internationale Straffedomstol, er derfor meget lovende.
Endelig kan jeg, hr. formand, mine damer og herrer, på vegne af Kommissionen forsikre Dem om, at de mange lande og spørgsmål, der behandles i Parlamentets betænkning, vil være til meget stor hjælp, når vi i nær fremtid begynder at arbejde med EU's årsberetning om menneskerettigheder. Derfor vil jeg gerne gentage min og Kommissionens tak til hr. Coveney og til Europa-Parlamentet som helhed for deres fremragende indsats og endnu en gang minde om, at vi altid er parate til at samarbejde med Parlamentet i denne sag.
Den internationale menneskerettighedserklæring begynder med at understrege, at "anerkendelse af den i mennesket iboende værdighed og af de lige og umistelige rettigheder for alle medlemmer af den menneskelige familie er grundlaget for frihed, retfærdighed og fred i verden". Vi har alle i forbindelse med vores ansvarsområder og vores dagligdag og privatliv et ansvar for at fremme og beskytte menneskerettighederne overalt i verden.
Europa-Parlamentets betænkning om menneskerettigheder, som vi drøfter her i eftermiddag, er et meget vigtigt bidrag, og jeg vil gerne begynde med at komme med en varm tak til hr. Coveney for hans fremragende indsats, som endnu en gang illustrerer Parlamentets stærke forpligtelse over for menneskerettighederne. Betænkningen indeholder meget vigtigt stof til eftertanke og mange nyttige anbefalinger. Dens omfang gør det ikke muligt for mig i dag at komme med detaljerede svar på de forskellige spørgsmål, den rejser, men Kommissionen vil som sædvanlig følge op på denne forhandling og komme med et skriftligt svar på alle betænkningens anbefalinger.
Jeg vil dog gerne henlede opmærksomheden på nogle af de punkter, som hr. Coveney rejser i sin betænkning. Nærmere bestemt vil jeg komme med korte kommentarer til tre spørgsmål. For det første om børns rettigheder, især i forbindelse med væbnede konflikter, for det andet om menneskerettighedsforkæmperne og for det tredje om Den Internationale Straffedomstol.
Med hensyn til børns rettigheder glæder Kommissionen sig over den vægt, som dette spørgsmål tillægges. I de seneste år har EU iværksat en effektiv ramme til integration af børns rettigheder i dets politikker og programmer, og i samarbejde med UNICEF har vi indledt et program til særlig uddannelse i børns rettigheder, og i september sidste år nedsatte vi en interinstitutionel gruppe om dette spørgsmål. Kommissionen spiller en aktiv rolle i gennemførelsen af EU's retningslinjer vedrørende børn og væbnede konflikter, der blev vedtaget i 2003. Vi rejser regelmæssigt spørgsmålet i vores dialoger med tredjelande og med repræsentanter for de grupper, der er involveret i væbnede konflikter. I forbindelse med sit besøg i Sri Lanka i marts havde kommissær Ferrero-Waldner f.eks. lejlighed til at gøre særlig opmærksom på vigtigheden af at stoppe brugen af børn i disse konflikter. Kommissionen støtter et bredt udvalg af projekter, som omhandler forskellige aspekter af problemet, og efter en nøje undersøgelse har vi besluttet at afsætte midler fra det europæiske initiativ for demokrati og menneskerettigheder til støtte- og uddannelsesprojekter i tredjelande. Formålet med disse programmer og midler er at gøre fremskridt i forbindelse med gennemførelsen af konventionen om barnets rettigheder og dens valgfrie protokoller.
Lad mig ligeledes understrege, at gruppen af kommissærer om menneskerettigheder lægger særlig vægt på dette spørgsmål. Mine kolleger har gennemgået Kommissionens arbejde på området, og de overvejer for øjeblikket, hvordan vi bedst kan prioritere dette spørgsmål. En af de muligheder, der overvejes, er at vedtage en meddelelse, som hr. Coveney foreslår i sin betænkning.
For det andet vil jeg gerne komme ind på menneskerettighedsforkæmperne. I sin tale for FN's Generalforsamling erklærede FN's menneskerettighedshøjkommissær i forbindelse med menneskerettighedsforkæmperne, at de er vores øjne og ører og udgør vores kollektive samvittighed. De er en vigtig kilde til oplysning om de hændelser, der finder sted i tredjelande. Derfor er vi, EU, afhængige af menneskerettighedsforkæmperne for at få oplysninger. Det betyder, at vi har et enormt ansvar for at beskytte dem, vi skal fokusere på at forbedre opfølgningen på og videreformidlingen af oplysningerne og i denne forbindelse sikre en stærk forpligtelse fra EU's missioner og Kommissionens delegationer i verden.
Kommissionen er besluttet på at spille en aktiv rolle for at føre retningslinjerne vedrørende menneskerettighedsforkæmperne ud i livet. I denne henseende prioriterer vi dem i vores kampagne "fremme af en menneskerettighedskultur", som udgør en af de fire hjørnesten i det europæiske initiativ for demokrati og menneskerettigheder. Vi lægger ligeledes særlig vægt på støtten til lokale menneskerettighedsorganisationer i tredjelande. Det er i nævnte initiativs programmer for i år og næste år planen, at mere end 50 delegationer fra Kommissionen iværksætter en plan om mikroprojekter, der udgør mere end 30 % af det samlede budget.
Lad mig afslutningsvis, hr. formand, henvise til Den Internationale Straffedomstol som en meget vigtig institution til international fremme af fred og retfærdighed. Kommissionen mener, at domstolen er en af de væsentlige bestanddele i en reguleret international retsorden. Takket være domstolen ved de, der begår alvorlige krænkelser mod livet og den menneskelige værdighed, at det internationale samfund vil kræve dem til ansvar, og vi håber alle, at det herved er med til at mindske hyppigheden af disse forbrydelser, men dér, hvor de finder sted, og dér, hvor de nationale systemer ikke vil eller kan handle, råder det internationale samfund nu over et supplerende strafferetssystem i kraft af domstolen, der skal udøve upartisk, gennemsigtig og effektiv retfærdighed. Det er den eneste vej til at sikre, at den bliver anset for en legitim institution, og at mange andre stater tilslutter sig Rom-statutten, som oprettede domstolen."@da2
".
Herr Präsident, ich möchte zunächst Frau Kommissarin Ferrero-Waldner entschuldigen, die heute nicht kommen konnte, und zugleich meiner Freude Ausdruck geben, sie bei der Diskussion eines Themas vertreten zu dürfen, das für unser Modell der Gesellschaft und der politischen und zivilen Gemeinschaft sowie für unser europäisches Projekt so wichtig ist.
Die Europäische Union vertritt die Auffassung, dass drei Prinzipien des Gerichtshofs von grundlegender Bedeutung sind. Erstens – das Prinzip der Universalität des Gerichtshofs. Hierzu führen wir weltweit eine Kampagne für weitere Ratifizierungen des Römischen Statuts, und ich freue mich, dass im März 77 AKP-Länder gemeinsam beschlossen haben, eine Verpflichtung zur Ratifizierung des Statuts in das neue Abkommen von Cotonou, das demnächst unterzeichnet wird, aufzunehmen.
Zweitens meinen wir, dass das Prinzip der Integrität des Gerichtshofs, das von einigen Ländern angegriffen wird, von entscheidender Bedeutung ist. So untergraben beispielsweise die von den USA vorgeschlagenen bilateralen Immunitätsabkommen direkt den Ansatz des Gerichtshofs. Die Kommission ist auch besorgt über die von den USA verhängten Sanktionen für jene Länder, die sich weigern, diese Abkommen zu unterzeichnen, und wir werden in unserem Dialog mit den USA auch weiterhin unsere Bedenken zu diesen Fragen zum Ausdruck bringen.
Das dritte Prinzip des Gerichtshofs schließlich ist die Komplementarität zu den einzelstaatlichen Justizsystemen denn die internationale Justiz ist kein Ersatz für die nationale Justiz. Deshalb unterstützen wir die Wiederherstellung von Rechtssystemen in jenen Ländern, in denen die Judikative nicht in der Lage oder nicht willens war, die massiven Menschenrechtsverletzungen zu verfolgen.
Die Annahme einer Resolution des Sicherheitsrates der Vereinten Nationen zur Lage in Darfur am 31. März, in der zum ersten Mal auf den Internationalen Strafgerichtshof Bezug genommen wird, erfüllt uns mit großer Hoffnung.
Abschließend, Herr Präsident, meine Damen und Herren, kann ich Ihnen im Namen der Kommission versichern, dass die große Zahl der im Bericht behandelten Länder und Themen von großer Hilfe sein werden, wenn wir demnächst die Arbeit am Jahresbericht der Europäischen Union zu den Menschenrechten aufnehmen. Deshalb möchte ich mich, auch im Namen der Kommission, noch einmal bei Herrn Coveney und beim gesamten Europäischen Parlament für die ausgezeichnete Arbeit bedanken und nochmals betonen, dass wir stets bereit sind, mit dem Parlament bei dieser Aufgabe zusammenzuarbeiten.
Die Allgemeine Erklärung der Menschenrechte beginnt mit dem Hinweis, dass „die Anerkennung der angeborenen Würde und der gleichen und unveräußerlichen Rechte aller Mitglieder der Gemeinschaft der Menschen die Grundlage von Freiheit, Gerechtigkeit und Frieden in der Welt bildet.“ Wir alle haben bei der Wahrnehmung unserer Aufgaben und in unserem Alltags- und Privatleben die Pflicht, die Rechte aller Menschen überall auf der Welt zu fördern und zu schützen.
Der Bericht des Europäischen Parlaments über die Menschenrechte, den wir heute Nachmittag erörtern, leistet einen äußerst wichtigen Beitrag, und ich möchte eingangs Herrn Coveney meine Anerkennung für seine ausgezeichnete Arbeit aussprechen, die einmal mehr den beharrlichen Einsatz dieses Parlaments für die Menschenrechte verdeutlicht. Der Bericht enthält sehr wichtige Ausgangspunkte für Überlegungen und viele sehr nützliche Empfehlungen; sie sind zu zahlreich, um auf alle diese Fragen, die der Bericht anspricht, ausführlich einzugehen, aber wie üblich wird die Kommission diese Debatte nachbereiten und auf alle Empfehlungen des Berichts schriftlich antworten.
Dennoch möchte ich diese Gelegenheit nutzen und auf einige Punkte aufmerksam machen, die Herr Coveney in seinem Bericht angeschnitten hat. Konkret möchte ich einige kurze Bemerkungen zu drei Fragen anbringen: erstens zu den Rechten der Kinder, insbesondere in bewaffneten Konflikten, zweitens zu den Menschenrechtsaktivisten und abschließend zum Internationalen Strafgerichtshof.
Was die Rechte der Kinder angeht, so ist die Kommission erfreut, dass der Bericht Nachdruck auf diesen Punkt legt. In den letzten Jahren hat die Europäische Union einen wirksamen Rahmen für die Einbindung der Rechte der Kinder in ihre Politiken und Programme geschaffen, in Zusammenarbeit mit UNICEF haben wir ein spezifisches Schulungsprogramm zu den Rechten der Kinder auf den Weg gebracht, und im September des vergangenen Jahres haben wir eine Interinstitutionelle Gruppe zu diesem Thema gebildet. Die Kommission spielt bei der Umsetzung der 2003 angenommenen Leitlinien der Europäischen Union zu Kindern und bewaffneten Konflikten eine aktive Rolle: Wir sprechen das Thema regelmäßig in unserem Dialog mit Drittländern und mit Vertretern von Gruppen an, die in bewaffnete Konflikte involviert sind. Frau Ferrero-Waldner hatte beispielsweise während ihres Besuchs in Sri Lanka im März Gelegenheit, besonders darauf hinzuweisen, wie wichtig es ist, dem Einsatz von Kindern in diesen bewaffneten Konflikten ein Ende zu setzen. Die Kommission unterstützt eine breite Palette von Projekten, die mit verschiedenen Aspekten dieses Problems zu tun haben, und nach einer gründlichen Analyse haben wir beschlossen, Mittel der Europäischen Initiative für Demokratie und Menschenrechte für Förder- und Schulungsprojekte in Drittländern zur Verfügung zu stellen. Das Ziel dieser Programme und dieser Mittel besteht darin, Fortschritte bei der Umsetzung der Konvention über die Rechte des Kindes und ihrer fakultativen Protokolle zu erzielen.
Weiterhin möchte ich darauf hinweisen, dass die für Menschenrechte zuständige Gruppe der Kommissionsmitglieder besonderes Gewicht auf dieses Thema legt. Meine Kollegen haben eine Bestandsaufnahme der Arbeit der Kommission auf diesem Gebiet durchgeführt und prüfen derzeit den besten Weg, um dieser Frage Priorität zu verleihen; eine der Möglichkeiten, die ins Auge gefasst wird, ist die Annahme einer Mitteilung, wie sie von Herrn Coveney in seinem Bericht angeregt wird.
Zweitens möchte ich auf die Menschenrechtsaktivisten eingehen. In seiner Rede vor der Vollversammlung der Vereinten Nationen erklärte der Hohe Kommissar für Menschenrechte, dass die Menschenrechtsaktivisten unsere Augen und Ohren sind und dass sie unser kollektives Gewissen repräsentieren. Sie stellen eine entscheidende Informationsquelle für die Ereignisse dar, die sich in Drittländern abspielen. Deshalb ist die Europäische Union auf sie, die Menschenrechtsaktivisten, angewiesen, um Informationen zu erhalten. Das bedeutet, dass wir eine immense Verantwortung für ihren Schutz haben. Wir müssen unser Augenmerk auf die Verbesserung der Weiterverfolgung und der Übermittlung der Informationen richten, und dazu brauchen wir ein starkes Engagement seitens der Vertretungen der Europäischen Union und der Delegationen der Kommission in der Welt.
Die Kommission ist entschlossen, eine aktive Rolle bei der Umsetzung der Leitlinien für Menschenrechtsaktivisten zu spielen. Dazu priorisiert unsere Kampagne die „Förderung einer Kultur der Menschenrechte“, die eines der vier Schlüsselelemente der Europäischen Initiative für Demokratie und Menschenrechte darstellt. Ferner legen wir besonderes Gewicht auf die Unterstützung der lokalen Menschenrechtsorganisationen in Drittländern. Die Programmplanung dieser Initiative für dieses und das kommende Jahr sieht vor, dass mehr als 50 Delegationen der Europäischen Kommission einen Plan von Mikroprojekten realisieren, der sich auf mehr als 30 % des Gesamthaushalts belaufen wird.
Abschließend, Herr Präsident, möchte ich auf den Internationalen Strafgerichtshof eingehen, eine Institution von maßgeblicher Bedeutung für die internationale Förderung von Frieden und Recht. Die Kommission betrachtet den Gerichtshof als eine der grundlegenden Komponenten für eine geregelte Weltordnung. Dank dieses Gerichtshofs wissen jene, die massive Übergriffe auf das Leben und die Menschenwürde begehen, dass die internationale Gemeinschaft sie zur Rechenschaft ziehen wird, und wir alle hoffen, dass dies die Zahl dieser Verbrechen verringern wird. Aber dort, wo sie verübt werden und wo die nationalen Systeme nicht handeln wollen oder können, verfügt die internationale Gemeinschaft jetzt über ein ergänzendes System der Strafjustiz, vertreten durch den Gerichtshof, der in unparteiischer, transparenter und wirksamer Weise Recht sprechen muss. Allein auf diese Weise lässt sich sicherzustellen, dass er als legitime Institution angesehen wird und dass sich viele weitere Staaten dem Römischen Statut anschließen, mit dem der Gerichtshof errichtet wurde."@de9
"Κύριε Πρόεδρε, θα ήθελα να αρχίσω ζητώντας συγγνώμη εξ ονόματος της Επιτρόπου κ. Ferrero-Waldner, η οποία δεν μπόρεσε να είναι εδώ σήμερα, και επίσης δηλώνοντας πόσο χαίρομαι που είμαι σε θέση να την αντικαταστήσω στη συζήτηση ενός θέματος που είναι τόσο σημαντικό για το μοντέλο της κοινωνίας μας, της πολιτικής και αστικής κοινότητας και για το ευρωπαϊκό σχέδιό μας.
Η Ευρωπαϊκή Ένωση πιστεύει ότι υπάρχουν τρεις θεμελιώδεις αρχές σε σχέση με το Δικαστήριο. Καταρχάς, η αρχή της οικουμενικότητας του Δικαστηρίου, και για τον σκοπό αυτόν κάνουμε εκστρατεία σε όλο τον κόσμο προκειμένου να αυξηθεί ο αριθμός των κυρώσεων του Καταστατικού της Ρώμης, και χαίρομαι που τον Μάρτιο 77 χώρες ΑΚΕ συμφώνησαν από κοινού να συμπεριλάβουν μια δέσμευση για την κύρωση του Καταστατικού στη νέα Συμφωνία του Κοτονού, η οποία θα υπογραφεί σύντομα.
Δεύτερον, πιστεύουμε ότι η αρχή της ακεραιότητας του Δικαστηρίου, η οποία δέχτηκε επίθεση από ορισμένες χώρες, είναι θεμελιώδης. Για παράδειγμα, οι διμερείς συμφωνίες ασυλίας που πρότειναν οι Ηνωμένες Πολιτείες υπονομεύουν την ίδια την έννοια του Δικαστηρίου. Η Επιτροπή ανησυχεί επίσης για το σύστημα κυρώσεων που επιβάλλονται από τις Ηνωμένες Πολιτείες στις χώρες που αρνούνται να υπογράψουν αυτές τις συμφωνίες και συνεχίζουμε να εκφράζουμε την ανησυχία μας για τα θέματα αυτά στον διάλογό μας με τις Ηνωμένες Πολιτείες.
Τέλος, η τρίτη αρχή του Δικαστηρίου είναι η συμπληρωματικότητα με τα εθνικά δικαστικά συστήματα· η διεθνής δικαιοσύνη δεν αντικαθιστά την εθνική δικαιοσύνη. Επομένως, υποστηρίζουμε την αναμόρφωση των δικαστικών συστημάτων στις χώρες εκείνες στις οποίες η δικαστική εξουσία δεν ήταν σε θέση ή δεν είχε τη βούληση να αντιμετωπίσει μαζικές παραβιάσεις των ανθρωπίνων δικαιωμάτων.
Η έγκριση ενός ψηφίσματος του Συμβουλίου Ασφαλείας των Ηνωμένων Εθνών στις 31 Μαρτίου σχετικά με την κατάσταση στο Νταρφούρ, όπου αναφέρεται για πρώτη φορά το Διεθνές Ποινικό Δικαστήριο, είναι πολύ ελπιδοφόρα.
Τέλος, κύριε Πρόεδρε, κυρίες και κύριοι, μπορώ να σας διαβεβαιώσω, εξ ονόματος της Επιτροπής, ότι ο μεγάλος αριθμός των χωρών και των θεμάτων που εξετάζονται στην έκθεση θα προσφέρει τεράστια βοήθεια, όταν αρχίσουμε σύντομα τις εργασίες μας σχετικά με την ετήσια έκθεση της Ευρωπαϊκής Ένωσης για τα ανθρώπινα δικαιώματα. Επομένως, θα ήθελα να ευχαριστήσω για άλλη μία φορά, προσωπικά και εξ ονόματος της Επιτροπής, τον κ. Coveney και το Ευρωπαϊκό Κοινοβούλιο στο σύνολό του για την εξαιρετική εργασία σας και να επισημάνω για άλλη μία φορά ότι είμαστε πάντα πρόθυμοι να συνεργαστούμε με το Κοινοβούλιο σε αυτό το έργο.
Η Οικουμενική Διακήρυξη των Δικαιωμάτων του Ανθρώπου αρχίζει επισημαίνοντας ότι «η αναγνώριση της αξιοπρέπειας, που είναι σύμφυτη σε όλα τα μέλη της ανθρώπινης οικογένειας, καθώς και των ίσων και αναπαλλοτρίωτων δικαιωμάτων τους αποτελεί το θεμέλιο της ελευθερίας, της δικαιοσύνης και της ειρήνης στον κόσμο». Όλοι μας, στην εκτέλεση των αρμοδιοτήτων μας και στην καθημερινή και ιδιωτική ζωή μας, έχουμε το καθήκον να προωθούμε και να προστατεύουμε τα δικαιώματα όλων των ανθρώπων οπουδήποτε στον κόσμο.
Η έκθεση του Ευρωπαϊκού Κοινοβουλίου σχετικά με τα ανθρώπινα δικαιώματα που συζητάμε σήμερα το απόγευμα αποτελεί μία εξαιρετικά σημαντική συμβολή και θα ήθελα να αρχίσω αποτίνοντας θερμό φόρο τιμής στον κ. Coveney για την εξαιρετική εργασία του, η οποία απεικονίζει για άλλη μία φορά τη σταθερή δέσμευση αυτού του Κοινοβουλίου για τα ανθρώπινα δικαιώματα. Η έκθεση περιέχει εξαιρετικά σημαντική τροφή για σκέψη και πολλές ιδιαίτερα χρήσιμες συστάσεις· είναι πάρα πολλές για να απαντήσω λεπτομερώς σε όλα τα ζητήματα που θέτουν, αλλά, ως συνήθως, η Επιτροπή θα δώσει συνέχεια σε αυτή τη συζήτηση απαντώντας σε καθεμιά από τις συστάσεις της έκθεσης γραπτώς.
Ωστόσο, θα ήθελα να εκμεταλλευτώ αυτή την ευκαιρία για να επιστήσω την προσοχή σε ορισμένα σημεία που έθιξε ο κ. Coveney στην έκθεσή του. Συγκεκριμένα, θα ήθελα να κάνω ορισμένα σύντομα σχόλια σχετικά με τρία θέματα: καταρχάς, σχετικά με τα δικαιώματα των παιδιών, ιδιαίτερα στις ένοπλες συγκρούσεις, δεύτερον, σχετικά με τους ακτιβιστές των ανθρωπίνων δικαιωμάτων και, τέλος, σχετικά με το Διεθνές Ποινικό Δικαστήριο.
Όσον αφορά τα δικαιώματα των παιδιών, η Επιτροπή χαίρεται που η έκθεση δίνει έμφαση σε αυτό το σημείο. Τα τελευταία χρόνια, η Ευρωπαϊκή Ένωση έχει εφαρμόσει ένα αποτελεσματικό πλαίσιο για την ενσωμάτωση των δικαιωμάτων των παιδιών στις πολιτικές και τα προγράμματά της, σε συνεργασία με τη UNICEF, έχουμε ξεκινήσει ένα ειδικό πρόγραμμα κατάρτισης σχετικά με τα δικαιώματα των παιδιών και, τον περασμένο Σεπτέμβριο, συστήσαμε μία Διοργανική Ομάδα σχετικά με αυτό το θέμα. Η Επιτροπή διαδραματίζει ενεργό ρόλο στην εφαρμογή των κατευθυντήριων γραμμών για τα παιδιά και τις ένοπλες συγκρούσεις που εγκρίθηκαν το 2003: θέτουμε τακτικά αυτό το θέμα στον διάλογό μας με τρίτες χώρες και με εκπροσώπους των ομάδων που εμπλέκονται σε ένοπλες συγκρούσεις. Για παράδειγμα, κατά τη διάρκεια της επίσκεψής της στη Σρι Λάνκα τον Μάρτιο, η Επίτροπος κ. Ferrero-Waldner είχε την ευκαιρία να δώσει ιδιαίτερη έμφαση στη σημασία της εξάλειψης της εκμετάλλευσης των παιδιών σε αυτές τις συγκρούσεις. Η Επιτροπή υποστηρίζει ένα ευρύ φάσμα προγραμμάτων που εξετάζουν τις διαφορετικές πτυχές αυτού του προβλήματος και, μετά από διεξοδική ανάλυση, αποφασίσαμε να διοχετεύσουμε κονδύλια από την Ευρωπαϊκή Πρωτοβουλία για τη Δημοκρατία και τα Δικαιώματα του Ανθρώπου προς προγράμματα υποστήριξης και κατάρτισης σε τρίτες χώρες. Ο στόχος αυτών των προγραμμάτων και αυτών των πόρων είναι να επιτευχθεί πρόοδος στην εφαρμογή της Σύμβασης για τα Δικαιώματα του Παιδιού και των προαιρετικών της πρωτοκόλλων.
Επιπλέον, θα ήθελα να επισημάνω ότι η ομάδα των Επιτρόπων για τα ανθρώπινα δικαιώματα δίνει ιδιαίτερη έμφαση σε αυτό το θέμα. Οι συνάδελφοί μου έχουν εξετάσει το έργο της Επιτροπής σε αυτό το πεδίο και αυτή τη στιγμή μελετούν τον καλύτερο δυνατό τρόπο να δοθεί προτεραιότητα σε αυτό το θέμα· μία από τις πιθανότητες που εξετάζονται είναι η έγκριση μίας ανακοίνωσης, όπως προτείνει ο κ. Coveney στην έκθεσή του.
Δεύτερον, θα ήθελα να αναφερθώ στους ακτιβιστές των ανθρωπίνων δικαιωμάτων. Στην ομιλία του στη γενική συνέλευση των Ηνωμένων Εθνών, ο Ύπατος Αρμοστής των Ηνωμένων Εθνών για τα Ανθρώπινα Δικαιώματα δήλωσε ότι οι ακτιβιστές των ανθρωπίνων δικαιωμάτων είναι τα μάτια μας και τα αυτιά μας και ότι εκπροσωπούν τη συλλογική μας συνείδηση. Είναι μια ζωτική πηγή πληροφοριών σχετικά με τα γεγονότα που συμβαίνουν σε τρίτες χώρες. Επομένως, εμείς, η Ευρωπαϊκή Ένωση, βασιζόμαστε σε αυτούς, στους ακτιβιστές των ανθρωπίνων δικαιωμάτων, για να μας παρέχουν πληροφορίες. Αυτό σημαίνει ότι έχουμε μία τεράστια ευθύνη να τους προστατέψουμε, πρέπει να εστιάσουμε στη βελτίωση της παρακολούθησης και της διάδοσης των πληροφοριών και, για τον σκοπό αυτόν, να αναλάβουμε μία σταθερή δέσμευση εκ μέρους των αποστολών της Ευρωπαϊκής Ένωσης και των αντιπροσωπειών της Επιτροπής στον κόσμο.
Η Επιτροπή είναι αποφασισμένη να διαδραματίσει ενεργό ρόλο στην εφαρμογή των κατευθυντήριων γραμμών σχετικά με τους ακτιβιστές των ανθρωπίνων δικαιωμάτων. Για τον σκοπό αυτόν, η εκστρατεία μας δίνει προτεραιότητα στην «προώθηση μιας κουλτούρας ανθρωπίνων δικαιωμάτων», που αποτελεί ένα από τα τέσσερα κύρια στοιχεία της Ευρωπαϊκής Πρωτοβουλίας για τη Δημοκρατία και τα Δικαιώματα του Ανθρώπου. Επιπλέον, δίνουμε ιδιαίτερη έμφαση στην υποστήριξη των τοπικών οργανώσεων ανθρωπίνων δικαιωμάτων σε τρίτες χώρες. Ο προγραμματισμός για την εν λόγω Πρωτοβουλία για φέτος και για το επόμενο έτος προβλέπει ότι περισσότερες από 50 αντιπροσωπείες της Ευρωπαϊκής Επιτροπής θα εφαρμόσουν ένα σχέδιο μικρών έργων που θα αντιστοιχούν σε περισσότερο από το 30% του συνολικού προϋπολογισμού.
Τέλος, κύριε Πρόεδρε, θα ήθελα να αναφερθώ στο Διεθνές Ποινικό Δικαστήριο, έναν θεσμό ζωτικής σημασίας για τη διεθνή προώθηση της ειρήνης και της δικαιοσύνης. Η Επιτροπή θεωρεί ότι το Δικαστήριο είναι ένα από τα θεμελιώδη στοιχεία μιας εύρυθμης διεθνούς τάξης. Χάρη στο Δικαστήριο αυτό, οι ένοχοι για μαζικές παραβιάσεις της ανθρώπινης ζωής και αξιοπρέπειας ξέρουν ότι η διεθνής κοινότητα πρόκειται να τους καλέσει να λογοδοτήσουν και ελπίζουμε όλοι ότι αυτό θα μειώσει τη συχνότητα αυτών των εγκλημάτων, αλλά στα μέρη όπου συμβαίνουν και όπου τα εθνικά συστήματα δεν επιθυμούν ή δεν είναι σε θέση να δράσουν, η διεθνής κοινότητα έχει τώρα ένα συμπληρωματικό σύστημα ποινικής δικαιοσύνης, που επιβάλλεται μέσω του Δικαστηρίου, το οποίο πρέπει να απονέμει δικαιοσύνη με αμερόληπτο, διαφανή και αποτελεσματικό τρόπο. Αυτός είναι ο μοναδικός τρόπος να εξασφαλιστεί ότι θεωρείται νόμιμο θεσμικό όργανο και να εξασφαλιστεί ότι πολλά άλλα κράτη θα προσχωρήσουν στο Καταστατικό της Ρώμης με το οποίο θεσπίστηκε το Δικαστήριο."@el10
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Mr President, I would like to begin by apologising on behalf of Commissioner Ferrero-Waldner, who has not been able to come here today, and also by saying how pleased I am to be able to replace her to discuss an issue which is so essential to our model of society, of political and civic community, and to our European project.
The European Union believes that there are three fundamental principles in relation to the Court. Firstly, the principle of the Court’s universality, and to that end we are campaigning throughout the world to increase the number of ratifications of the Rome Statute, and I am pleased that, in March, 77 ACP countries jointly agreed to include a commitment to ratification of the Statute in the new Cotonou Agreement, which will be signed soon.
Secondly, we believe that the principle of the Court’s integrity, which has been attacked by some countries, is fundamental. For example, the bilateral immunity agreements proposed by the United States undermine the very concept of the Court. The Commission is also concerned about the system of sanctions imposed by the United States on those countries that refuse to sign those agreements and we are continuing to express our concern about these issues in our dialogue with the United States.
Finally, the third principle of the Court is complementarity with national judicial systems; international justice is not a replacement of national justice. We therefore support the reconstruction of legal systems in those countries in which the judiciary has not been able or has not had the will to tackle mass violations of human rights.
The adoption on 31 March of a United Nations Security Council resolution on the situation in Darfur, which refers for the first time to the International Criminal Court, makes us very hopeful.
Finally, Mr President, ladies and gentlemen, I can assure you, on behalf of the Commission, that the large number of countries and issues dealt with in the report will be an immense help when we begin our work soon on the European Union’s annual report on human rights. I would therefore like once again to thank, on my own behalf and on behalf of the Commission, Mr Coveney and the European Parliament as a whole for your excellent work and to point out once again that we are always prepared to cooperate with Parliament in this task.
The Universal Declaration of Human Rights begins by pointing out that ‘recognition of the inherent dignity and of the equal and inalienable rights of all members of the human family is the foundation of freedom, justice and peace in the world’. All of us, in carrying out our responsibilities and in our daily and private lives, have the duty to promote and protect the rights of all human beings everywhere in the world.
The European Parliament’s report on human rights that we are discussing this afternoon makes an extremely important contribution and I would like to begin by paying a warm tribute to Mr Coveney on his excellent work, which illustrates once again this Parliament’s firm commitment to human rights. The report contains extremely important food for thought and many very useful recommendations; there are too many of them for me to respond in detail to all of the issues it raises, but, as usual, the Commission will follow up this debate by responding to every one of the report's recommendations in writing.
Nevertheless, I would like to take this opportunity to draw attention to certain points raised by Mr Coveney in his report. Specifically, I would like to make some brief comments on three issues: firstly, on the rights of children, in particular in armed conflicts, secondly, on human rights activists and, finally, on the International Criminal Court.
With regard to the rights of children, the Commission is pleased that the report places emphasis on this point. In recent years, the European Union has implemented an effective framework for integrating the rights of children into its policies and programmes, in cooperation with UNICEF, we have launched a specific training programme on the rights of children and, last September, we established an Interinstitutional Group on this issue. The Commission plays an active role in the application of the European Union’s guidelines on children and armed conflicts approved in 2003: we regularly raise the issue in our dialogue with third countries and with representatives of groups involved in armed conflicts. For example, during her visit to Sri Lanka in March, Commissioner Ferrero-Waldner had the opportunity to place particular emphasis on the importance of eradicating the use of children in these conflicts. The Commission supports a wide range of projects dealing with the different aspects of this problem and, following a thorough analysis, we have decided to direct funds from the European Initiative for Democracy and Human Rights towards support and training programmes in third countries. The aim of these programmes and these resources is to make progress in the application of the Convention on the Rights of the Child and its optional protocols.
Furthermore, I would like to point out that the group of commissioners on human rights places particular emphasis on this issue. My colleagues have reviewed the work of the Commission in this field and are currently considering the best way to prioritise this issue; one of the possibilities being considered is the approval of a communication, as suggested by Mr Coveney in his report.
Secondly, I wished to refer to human rights activists. In his speech to the United Nations general assembly, the United Nations High Commissioner for Human Rights stated that human rights activists are our eyes and ears and that they represent our collective conscience. They are a crucial source of information on the events taking place in third countries. We, therefore, the European Union, depend on them, on human rights activists, to provide us with information. This means that we have an immense responsibility to protect them, we must focus on improving the follow-up and communication of information and, in this regard, a firm commitment on the part of the European Union's missions and the Commission's delegations in the world.
The Commission is determined to play an active role in implementing the guidelines on human rights activists. To this end, our campaign prioritises ‘promoting a culture of human rights’, which is one of the four key elements of the European Initiative for Democracy and Human Rights. Furthermore, we place particular emphasis on supporting local human rights organisations in third countries. The programming for that Initiative for this year and next year provides for more than 50 European Commission delegations to implement a microprojects plan that will represent more than 30% of the total budget.
Finally, Mr President, I would like to refer to the International Criminal Court, an institution of vital importance to the international promotion of peace and justice. The Commission considers the Court to be one of the fundamental components of a regulated international order. Thanks to this Court, those guilty of mass violations of human life and dignity know that the international community is going to call them to account and we all hope that this will reduce the frequency of these crimes, but in those places where they take place and where national systems do not wish or are not able to act, the international community now has a complementary system of criminal justice, enforced by means of the Court, which must distribute justice in an impartial, transparent and effective manner. This is the only way to ensure that it is seen as a legitimate institution and to ensure that many other States sign up to the Rome Statute which established the Court."@en4
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@et5
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Arvoisa puhemies, puheenvuoroni aluksi haluan välittää komission jäsenen Ferrero-Waldnerin anteeksipyynnön siitä, ettei hän voi olla tänään paikalla, ja ilmaista myös iloni siitä, että saan toimia hänen sijaisenaan tässä keskustelussa, joka on erittäin tärkeä yhteiskunnallisen, poliittisen ja kansalaisyhteiskunnan mallimme sekä Euroopan yhdentymishankkeen kannalta.
Euroopan unionin mielestä kansainvälistä rikostuomioistuinta koskee kolme tärkeää periaatetta. Ensinnäkin tuomioistuimen on pystyttävä toimimaan maailmanlaajuisesti, minkä vuoksi kampanjoimme sen puolesta, että mahdollisimman monet valtiot ratifioisivat Rooman perussäännön. Olen tyytyväinen, että 77 AKT-maata pääsivät yhteisymmärrykseen perussäännön ratifioimista koskevan kohdan sisällyttämisestä pian allekirjoitettavaan uuteen Cotonoun sopimukseen.
Toinen mielestämme hyvin olennainen periaate on tuomioistuimen riippumattomuus, jota jotkut maat ovat vastustaneet. Esimerkiksi syyttämättä jättämistä koskevat kahdenväliset sopimukset, joita Yhdysvallat on ajanut, sotivat koko tuomioistuimen perusajatusta vastaan. Komissio on myös huolissaan pakotteista, joita Yhdysvallat on määrännyt maille, jotka kieltäytyvät allekirjoittamasta näitä sopimuksia, ja ilmaisemme jatkossakin jyrkän kantamme tähän vuoropuhelussamme Yhdysvaltojen kanssa.
Kolmas ja viimeinen periaate on, että kansainvälinen rikostuomioistuin ja kansalliset järjestelmät täydentävät toisiaan. Kansainvälinen oikeus ei voi korvata kansallista oikeutta. Siksi tuemme oikeusjärjestelmien kehittämistä niissä maissa, joissa oikeusviranomaiset eivät ole pystyneet tai tahtoneet rangaista laajoihin ihmisoikeusrikkomuksiin syyllistyneitä.
YK:n turvallisuusneuvoston 31. maaliskuuta antama Darfurin tilannetta koskeva päätöslauselma, jossa ensimmäisen kerran viitataan kansainväliseen rikostuomioistuimeen, on erittäin rohkaiseva.
Arvoisa puhemies, hyvät kuulijat, lopuksi vakuutan komission puolesta, että mietinnössänne käsiteltyjen maiden ja aiheiden runsaus on suureksi avuksi, kun kohta ryhdymme valmistelemaan EU:n vuosittaista ihmisoikeusraporttia. Sen vuoksi tahdonkin uudestaan kiittää omasta ja komission puolesta jäsen Coveneya ja koko Euroopan parlamenttia erinomaisesta työstä ja muistuttaa vielä kerran, että olemme aina valmiita yhteistyöhön parlamentin kanssa tässä asiassa.
Ihmisoikeuksien yleismaailmallisen julistuksen alussa todetaan, että "ihmiskunnan kaikkien jäsenten luonnollisen arvon ja heidän yhtäläisten ja luovuttamattomien oikeuksiensa tunnustaminen on vapauden, oikeudenmukaisuuden ja rauhan perustana maailmassa". Niin työtehtäviemme hoidossa kuin jokapäiväisessä henkilökohtaisessa elämässämme meillä kaikilla on velvollisuus suojella kaikkien ihmisten oikeuksia kaikkialla maailmassa.
Ihmisoikeuksia koskeva Euroopan parlamentin mietintö, josta keskustelemme tänään, on erittäin merkittävä työpanos tässä asiassa, ja haluankin aluksi lämpimästi kiittää jäsen Coveneya erinomaisesta työstä, joka jälleen osoittaa, kuinka sitoutunut tämä parlamentti on ihmisoikeuskysymykseen. Mietintö sisältää tärkeitä pohdintaa vaativia asioita ja monia hyödyllisiä suosituksia. Mietinnön laajuuden vuoksi en voi tässä vastata yksityiskohtaisesti kaikkiin siinä käsiteltyihin kysymyksiin, mutta tavalliseen tapaan komissio ottaa myöhemmin kirjallisesti kantaa kaikkiin mietinnössä tehtyihin suosituksiin.
Haluan kuitenkin tässä puheenvuorossa kiinnittää huomionne muutamiin jäsen Coveneyn mietinnön kohtiin. Tarkemmin sanottuna haluan kommentoida kolmea asiaa: ensinnäkin lasten oikeuksia etenkin aseellisissa konflikteissa, toiseksi kysymystä ihmisoikeusaktivisteista ja lopuksi kansainvälistä rikostuomioistuinta.
Komissio on tyytyväinen, että mietinnössä on kiinnitetty paljon huomiota lasten oikeuksiin. Viime vuosina Euroopan unioni on toiminut tehokkaasti lasten oikeuksien sisällyttämiseksi sen eri alojen politiikkaan ja ohjelmiin. Yhteistyössä Unicefin kanssa olemme käynnistäneet erityisesti lasten oikeuksia koskevan koulutusohjelman ja viime syyskuussa perustimme asiaa käsittelevän toimielinten välisen työryhmän. Komissiolla on aktiivinen tehtävä vuonna 2003 hyväksyttyjen lapsia aseellisten selkkauksien yhteydessä koskevien EU:n suuntaviivojen toteutuksessa: otamme säännöllisesti esiin tämän aiheen keskusteluissamme kolmansien maiden ja aseellisten selkkausten osapuolten kanssa. Esimerkiksi komission jäsen Ferrero-Waldner kävi Sri Lankassa viime maaliskuussa, ja silloin hänellä oli tilaisuus painottaa erityisen vahvasti lapsityövoiman käytön lopettamista näissä konflikteissa. Komissio tukee monia tätä ongelmaa käsitteleviä hankkeita, ja perusteellisen pohdinnan jälkeen olemme päättäneet suunnata eurooppalaisen ihmisoikeus- ja demokratia-aloitteen varoja tuki- ja koulutusprojekteihin kolmansissa maissa. Näiden ohjelmien ja tuen tavoitteena on edistää YK:n lapsen oikeuksien yleissopimuksen ja sen vapaaehtoisten lisäpöytäkirjojen täytäntöönpanoa.
Haluan myös todeta, että ihmisoikeusasioista vastaavien komission jäsenten ryhmä painottaa erityisesti tätä kysymystä. Kollegani ovat arvioineet komission työtä tällä alalla ja harkitsevat parhaillaan, miten lasten oikeudet parhaiten asetettaisiin etusijalle. Yksi mahdollisuus, jota tarkastellaan, on tiedonannon laatiminen, niin kuin jäsen Coveney ehdottaakin mietinnössään.
Toiseksi viittaan ihmisoikeusaktivisteihin. YK:n yleiskokouksessa pitämässään puheessa YK:n ihmisoikeusvaltuutettu totesi ihmisoikeusaktivisteista, että he ovat silmämme ja korvamme ja edustavat kollektiivista omaatuntoamme. He ovat elintärkeä tiedonlähde kolmansien maiden tapahtumista. Me Euroopan unionissa olemmekin riippuvaisia ihmisoikeusaktivisteista tietojen saamisessa. Tämä merkitsee, että meillä on erittäin suuri vastuu heidän suojelemisestaan. Meidän on keskityttävä parantamaan seurantaa ja tiedonvälitystä, ja tähän on sitouduttava EU:n avustustoiminnassa ja komission edustustoissa ja lähetystöissä koko maailmassa.
Komissio aikoo toimia aktiivisesti pannakseen täytäntöön ihmisoikeusaktivistien suojelua koskevat EU:n suuntaviivat. Tätä edistää ihmisoikeuskulttuuria tukeva kampanjamme, joka on yksi eurooppalaisen ihmisoikeus- ja demokratia-aloitteen neljästä painopisteestä. Korostamme erityisesti myös paikallisten ihmisoikeusjärjestöjen tukemista kolmansissa maissa. Mainitun aloitteen osalta on tälle ja ensi vuodelle suunniteltu, että yli 50 Euroopan komission lähetystöä panee täytäntöön mikroprojekteja, jotka kattavat yli 30 prosenttia aloitteen koko talousarviosta.
Arvoisa puhemies, haluan vielä puhua kansainvälisestä rikostuomioistuimesta, joka on elintärkeä instituutio kansainvälisen rauhan ja oikeudenmukaisuuden edistämisessä. Komission mielestä tämä tuomioistuin on yksi säädellyn kansainvälisen järjestyksen tärkeimmistä osatekijöistä. Sen ansiosta ne, jotka syyllistyvät rikoksiin elämää ja ihmisyyttä vastaan, tietävät, että kansainvälinen yhteisö vaatii heidät edesvastuuseen. Toivomme kaikki, että tämä vähentää näitä rikoksia, mutta silloin kun niitä tapahtuu ja kun paikalliset viranomaiset eivät halua tai voi puutua asiaan, kansainvälisellä yhteisöllä on nyt käytössään täydentävä rikosoikeusjärjestelmä, jota panee täytäntöön rikostuomioistuin, jonka on toimittava puolueettomasti, avoimesti ja tehokkaasti. Tämä on ainoa tapa varmistaa, että sitä pidetään legitiiminä instituutiona ja että monet muutkin valtiot ratifioivat kansainvälisen rikostuomioistuimen perustamista koskevan Rooman perussäännön."@fi7
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Monsieur le Président, je souhaiterais tout d’abord formuler des excuses au nom de la commissaire Ferrero-Waldner, qui n’a pu être présente aujourd’hui, et affirmer combien je me réjouis de pouvoir la remplacer afin de discuter d’un sujet qui revêt une telle importance pour notre modèle de société, de communauté politique et civique, et pour notre projet européen.
L’Union européenne pense que trois principes fondamentaux sont associés à la Cour. En premier lieu, le principe de l’universalité de la Cour, et nous faisons campagne dans cette optique à travers le monde afin d’augmenter le nombre de ratifications du statut de Rome. Je me réjouis, à ce propos, que 77 pays ACP aient accepté conjointement en mars d’inclure un engagement de ratification du statut dans le nouvel Accord de Cotonou, qui sera signé prochainement.
En deuxième lieu, nous estimons que le principe de l’intégrité de la Cour, que certains pays ont attaqué, est fondamental. Les accords bilatéraux d’immunité proposés par les États-Unis, par exemple, portent atteinte au concept même de la Cour. La Commission s’inquiète également du système de sanctions imposé par les États-Unis aux pays qui refusent d’adhérer à ces accords et nous continuons d’exprimer nos préoccupations à cet égard dans notre dialogue avec les États-Unis.
En dernier lieu, le troisième principe de la Cour est la complémentarité par rapport aux systèmes judiciaires nationaux. La justice internationale n’est pas un substitut à la justice nationale. Nous soutenons par conséquent la reconstruction de systèmes juridiques dans les pays dans lesquels le pouvoir judiciaire n’a pas eu la capacité ou la volonté d’affronter des violations massives des droits de l’homme.
L’adoption, le 31 mars, d’une résolution du Conseil de sécurité des Nations unies sur la situation au Darfour, qui mentionne pour la première fois la Cour pénale internationale, nous procure de grands espoirs.
Enfin, Monsieur le Président, Mesdames et Messieurs, je peux certifier au nom de la Commission que le grand nombre de pays et de problèmes abordés dans le rapport constituera une aide formidable lorsque nous entamerons nos travaux, prochainement, sur le rapport annuel de l’Union européenne sur les droits de l’homme. Je souhaiterais en conséquence remercier une nouvelle fois, en mon nom propre et au nom de la Commission, M. Coveney et le Parlement européen tout entier pour l’excellent travail accompli et souligner à nouveau que nous sommes toujours disposés à coopérer avec le Parlement dans cette mission.
La Déclaration universelle des droits de l’homme commence en mettant en exergue que «la reconnaissance de la dignité inhérente à tous les membres de la famille humaine et de leurs droits égaux et inaliénables constitue le fondement de la liberté, de la justice et de la paix dans le monde». Chacun d’entre nous, dans l’exercice de ses responsabilités, dans ses activités quotidiennes et dans sa vie privée, a le devoir de promouvoir et de protéger les droits de tous les êtres humains, partout dans le monde.
Le rapport du Parlement européen sur les droits de l’homme, dont nous discutons cet après-midi, apporte une contribution extrêmement précieuse et je souhaiterais en tout premier lieu rendre un hommage chaleureux à M. Coveney pour son excellent travail, qui illustre une nouvelle fois l’engagement indéfectible du Parlement à l’égard des droits de l’homme. Le rapport contient une matière à réflexion particulièrement fondamentale et un grand nombre de recommandations hautement utiles, qui sont trop nombreuses pour me permettre de répondre en détail à toutes les questions soulevées, mais comme à l’accoutumée, la Commission donnera un suivi au débat en fournissant une réponse écrite à chacune des recommandations du rapport.
Je souhaiterais néanmoins saisir cette occasion pour attirer l’attention sur certaines remarques formulées par M. Coveney dans son rapport. Je souhaiterais tout spécialement formuler un commentaire succinct sur trois aspects: premièrement, les droits de l’enfant, en particulier dans les conflits armés; deuxièmement, les militants des droits de l’homme; et enfin, la Cour pénale internationale.
En ce qui concerne les droits de l’enfant, la Commission se félicite que le rapport mette l’accent sur ce point. Depuis quelques années, l’Union européenne applique un cadre effectif pour intégrer les droits de l’enfant dans ses politiques et ses programmes, nous avons lancé en coopération avec l’Unicef un programme de formation spécifique sur les droits des enfants et, en septembre dernier, nous avons créé un groupe interinstitutionnel sur cette question. La Commission joue un rôle actif dans l’application des orientations de l’Union européenne, approuvées en 2003, sur les enfants face aux conflits armés: nous mentionnons régulièrement le sujet dans notre dialogue avec les pays tiers et les représentants de groupes impliqués dans des conflits armés. Lors de sa visite au Sri Lanka, en mars, la commissaire Ferrero-Waldner a ainsi eu l’opportunité d’insister particulièrement sur l’importance que les enfants cessent d’être exploités dans ces conflits. La Commission soutient une large gamme de projets traitant des différentes facettes de ce problème et, après une analyse approfondie, nous avons décidé d’affecter des fonds de l’Initiative européenne pour la démocratie et les droits de l’homme à des programmes de soutien et de formation dans des pays tiers. Ces programmes et ces ressources ont pour objectif d’accomplir des progrès dans la mise en œuvre de la Convention sur les droits de l’enfant et de ses protocoles facultatifs.
Je souhaiterais en outre faire remarquer que le groupe de commissaires sur les droits de l’homme attache une importance particulière à cet aspect. Mes collègues ont observé le travail de la Commission dans ce domaine et étudient actuellement la meilleure manière de lui accorder la priorité. L’une des possibilités envisagées est l’approbation d’une communication, ainsi que le propose M. Coveney dans son rapport.
Deuxièmement, je souhaiterais faire référence aux militants des droits de l’homme. Dans son allocution à l’Assemblée générale des Nations unies, le haut-commissaire des Nations unies aux droits de l’homme a déclaré que les militants des droits de l’homme sont nos yeux et nos oreilles et qu’ils incarnent notre conscience collective. Ils constituent une source d’information primordiale sur les faits qui se déroulent dans des pays tiers. Nous sommes donc tributaires, au sein de l’Union européenne, de ces défenseurs des droits de l’homme pour nous transmettre des informations. Il en résulte que nous détenons une immense responsabilité dans leur protection, que nous devons nous concentrer sur l’amélioration du suivi et de la communication des informations et, dans cette perspective, que nous avons besoin d’un engagement ferme de la part des missions de l’Union européenne et des délégations de la Commission dans le monde.
La Commission est résolue à remplir un rôle actif dans l’application des orientations sur les défenseurs des droits de l’homme. À cette fin, notre campagne place au sommet des priorités la «promotion d’une culture des droits de l’homme», qui constitue l’un des quatre piliers de l’Initiative européenne pour la démocratie et les droits de l’homme. Nous accordons en outre une importance toute particulière au soutien aux organisations locales sur les droits de l’homme dans les pays tiers. La programmation de cette Initiative pour l’année en cours et l’année prochaine prévoit plus de 50 délégations de la Commission européenne afin de mettre en œuvre un plan de microprojets qui représentera plus de 30% du budget total.
Enfin, Monsieur le Président, je souhaiterais évoquer la Cour pénale internationale, une institution d’une importance capitale pour la promotion internationale de la paix et de la justice. La Commission considère que la Cour est l’un des éléments fondamentaux d’un ordre international réglementé. Grâce à cette Cour, les coupables de violations massives de la vie et de la dignité humaines savent que la communauté internationale peut leur demander des comptes. Nous espérons tous que cela pourra réduire la fréquence de ces crimes mais, dans les régions où ils sont commis et où les systèmes nationaux n’ont pas la volonté ou la capacité d’agir, la communauté internationale possède désormais un système complémentaire de justice pénale, exécuté par le biais de la Cour, qui doit rendre la justice d’une manière impartiale, transparente et efficace. Il s’agit de l’unique stratégie pour assurer qu’elle soit perçue comme une instance légitime et que de nombreux États encore ratifient le statut de Rome qui établit cette Cour."@fr8
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@hu11
".
Signor Presidente, vorrei innanzi tutto scusarmi, a nome del Commissario Ferrero-Waldner, per la sua impossibilità di presenziare alla seduta odierna e dire che sono molto lieto di poterla sostituire in questa discussione su un tema essenziale per il nostro modello di società, di comunità politica e civica e per il nostro progetto europeo.
L’Unione europea considera fondamentali tre principi per quanto riguarda il Tribunale. In primo luogo, il principio dell’universalità del Tribunale, e a tal fine stiamo conducendo campagne in tutto il mondo per aumentare il numero di ratifiche dello Statuto di Roma e sono particolarmente soddisfatto della decisione comune adottata in marzo da 77 paesi ACP di inserire un impegno a favore della ratifica dello Statuto nel nuovo accordo di Cotonou, la cui conclusione è prossima.
In secondo luogo, consideriamo fondamentale il principio dell’integrità del Tribunale, che è stato attaccato da alcuni paesi. Per esempio, gli accordi di immunità bilaterali proposti dagli Stati Uniti compromettono il concetto stesso del Tribunale. La Commissione è anche preoccupata per il regime di sanzioni imposto dagli Stati Uniti ai paesi che si rifiutano di firmare tali accordi, e continuiamo ad esprimere la nostra preoccupazione al riguardo nel nostro dialogo con gli Stati Uniti.
Infine, il terzo principio riguardante il Tribunale è la complementarità con i sistemi giudiziari nazionali; la giustizia internazionale non si sostituisce alla giustizia nazionale. Sosteniamo pertanto la ricostituzione di sistemi giuridici nei paesi in cui la magistratura non è stata in grado o non ha voluto perseguire le violazioni di massa dei diritti umani.
L’adozione, il 31 marzo, di una risoluzione del Consiglio di sicurezza delle Nazioni Unite sulla situazione in Darfur, che per la prima volta fa riferimento al Tribunale penale internazionale, è molto incoraggiante.
Infine, signor Presidente, onorevoli deputati, vi posso assicurare, a nome della Commissione, che il gran numero di paesi e di tematiche trattati nella relazione del Parlamento sarà di enorme aiuto entro breve, quando cominceremo ad elaborare la relazione annuale dell’Unione europea sui diritti dell’uomo. Vorrei quindi ringraziare ancora una volta, personalmente e a nome della Commissione, l’onorevole Coveney e il Parlamento europeo nel suo insieme per l’eccellente lavoro svolto, e confermare la nostra piena disponibilità a collaborare con il Parlamento in questo ambito.
La Dichiarazione universale dei diritti umani comincia affermando che “il riconoscimento della dignità inerente a tutti i membri della famiglia umana e dei loro diritti, uguali ed inalienabili, costituisce il fondamento della libertà, della giustizia e della pace nel mondo”. Tutti noi, nell’esercizio delle nostre responsabilità e nella nostra vita quotidiana e privata, abbiamo il dovere di promuovere e proteggere i diritti di tutti gli esseri umani in ogni luogo del mondo.
La relazione del Parlamento europeo sui diritti umani in esame oggi pomeriggio rappresenta un contributo estremamente importante e vorrei cominciare rendendo un caloroso omaggio all’onorevole Coveney per l’ottimo lavoro svolto, che dimostra ancora una volta il fermo impegno del Parlamento a favore dei diritti umani. La relazione contiene importantissimo materiale di riflessione e molte raccomandazioni di grande utilità; le questioni trattate sono troppe perché io possa affrontarle tutte in modo dettagliato, ma, come di consueto, la Commissione darà seguito alla discussione rispondendo per iscritto a ciascuna raccomandazione formulata nella relazione.
Vorrei nondimeno cogliere l’occasione per richiamare l’attenzione su alcuni aspetti trattati dall’onorevole Coveney nella sua relazione. In sostanza, vorrei fare alcune brevi osservazioni su tre questioni: in primo luogo, i diritti dei bambini, in particolare nei conflitti armati, in secondo luogo, i difensori dei diritti umani e, infine, il Tribunale penale internazionale.
Per quanto riguarda i diritti dei bambini, la Commissione si compiace del risalto dato dalla relazione a questo aspetto. Negli ultimi anni, l’Unione europea ha creato un quadro efficace per integrare i diritti dei bambini nelle sue politiche e nei suoi programmi, in cooperazione con l’UNICEF abbiamo lanciato un programma di formazione specifico sui diritti dei bambini e, lo scorso settembre, abbiamo istituito un gruppo interistituzionale su questo tema. La Commissione svolge un ruolo attivo nell’applicazione degli orientamenti dell’Unione europea su bambini e conflitti armati, adottati nel 2003: solleviamo regolarmente la questione nel nostro dialogo con i paesi terzi e con i rappresentanti dei gruppi coinvolti in conflitti armati. Per esempio, durante la visita effettuata in marzo nello Sri Lanka, il Commissario Ferrero-Waldner ha avuto occasione di evidenziare l’importanza di porre fine all’impiego di bambini in tali conflitti. La Commissione sostiene una vasta serie di progetti che affrontano diversi aspetti del problema e, in seguito a un’analisi minuziosa, abbiamo deciso di destinare fondi dell’Iniziativa europea per la democrazia e i diritti umani a programmi di sostegno e formazione nei paesi terzi. L’obiettivo di questi programmi e di queste risorse è compiere progressi nell’applicazione della Convenzione sui diritti del bambino e dei suoi protocolli facoltativi.
Permettetemi inoltre di rilevare che il gruppo di Commissari per i diritti umani presta particolare attenzione a questa problematica. I miei colleghi hanno riesaminato il lavoro della Commissione in questo campo e stanno ora valutando il modo migliore di dare priorità alla questione; una possibilità considerata è l’adozione di una comunicazione, come propone l’onorevole Coveney nella sua relazione.
In secondo luogo, vorrei accennare ai difensori dei diritti umani. Nel suo discorso all’Assemblea generale delle Nazioni Unite, l’Alto Commissario delle Nazioni Unite per i diritti umani ha affermato che i difensori dei diritti umani sono i nostri occhi e le nostre orecchie e rappresentano la nostra coscienza collettiva. Sono una fonte cruciale d’informazione sui fatti che si verificano nei paesi terzi. Pertanto, noi, l’Unione europea, dipendiamo da loro, dai difensori dei diritti umani, per ottenere informazioni. Ciò significa che abbiamo l’enorme responsabilità di proteggerli, dobbiamo concentrarci sul miglioramento del
e della trasmissione delle informazioni e, in questo contesto, è necessario il fermo impegno delle missioni dell’Unione europea e delle delegazioni della Commissione nel mondo.
La Commissione è fermamente decisa a svolgere un ruolo attivo nell’applicazione degli orientamenti sui difensori dei diritti umani. A tal fine, la nostra campagna dà priorità alla “promozione di una cultura dei diritti umani”, che costituisce uno dei quattro elementi fondamentali dell’Iniziativa europea per la democrazia e i diritti umani. Al tempo stesso, diamo particolare risalto al sostegno delle organizzazioni locali di difesa dei diritti umani nei paesi terzi. La programmazione dell’Iniziativa per l’anno in corso e per il prossimo anno prevede l’attuazione, da parte di oltre 50 delegazioni della Commissione europea, di un programma di microprogetti che rappresentano più del 30 per cento della dotazione totale.
Infine, signor Presidente, vorrei affrontare la questione del Tribunale penale internazionale, un’istituzione di vitale importanza per la promozione internazionale della pace e della giustizia. La Commissione considera il Tribunale una componente essenziale di un ordine internazionale regolamentato. Grazie ad esso, i responsabili di violazioni di massa della dignità e della vita umana sanno che la comunità internazionale li chiamerà a rispondere delle loro azioni e tutti ci auguriamo che ciò riduca la frequenza di questi reati, ma nei paesi in cui sono commessi e in cui i sistemi nazionali non vogliono o non sono in grado di intervenire, la comunità internazionale dispone ora di un sistema complementare di giustizia penale, attuato tramite il Tribunale, che deve amministrare la giustizia in modo imparziale, trasparente ed efficace. Questo è l’unico modo di assicurare che il Tribunale sia considerato un’istituzione legittima e che molti altri Stati aderiscano allo Statuto di Roma che lo istituisce."@it12
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@lt14
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@lv13
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@mt15
"Mijnheer de Voorzitter, om te beginnen wil ik commissaris Ferrero-Waldner verontschuldigen, die hier vandaag niet aanwezig kan zijn. Tevens wens ik mijn voldoening uit te spreken over het feit dat ik haar mag vervangen in een belangrijk debat als dit. Het thema dat wij hier bespreken, is immers van essentieel belang voor ons maatschappelijk model, onze politieke en burgerlijke gemeenschap en ons Europees project.
De Europese Unie is van oordeel dat het Hof gegrondvest is op drie fundamentele beginselen. Ten eerste is er het beginsel van universaliteit. In dit kader voeren wij overal ter wereld actie om het aantal ratificaties van het Statuut van Rome omhoog te krijgen. Het stemt mij dan ook bijzonder blij dat 77 ACS-landen in maart gezamenlijk hebben besloten om in de nieuwe Overeenkomst van Cotonou die weldra ondertekend zal worden een clausule op te nemen waarin zij zich ertoe verbinden het Statuut te ratificeren.
Ten tweede hechten wij uitzonderlijk belang aan het beginsel van integriteit, dat door sommige landen wordt bekritiseerd. Zo wordt de essentie van het Strafhof bijvoorbeeld regelrecht ondermijnd door de bilaterale immuniteitsovereenkomsten waarop de Verenigde Staten aansturen. De Commissie maakt zich tevens zorgen over het systeem van sancties dat de Verenigde Staten opleggen aan landen die weigeren dergelijke overeenkomsten te ondertekenen. Wij blijven dan ook uiting geven aan deze bezorgdheid in onze dialoog met de Verenigde Staten.
Het derde en laatste punt betreft het beginsel van complementariteit. Hiermee wordt bedoeld dat het Strafhof de nationale rechtspraak niet vervangt, maar aanvult. Daarom steunen wij de wederopbouw van het rechtsstelsel in landen waar de rechterlijke macht niet in staat is gebleken of niet de nodige wil aan de dag heeft gelegd om de massale schendingen van de mensenrechten een halt toe te roepen.
Het is in dit verband bijzonder hoopgevend dat op 31 maart een resolutie van de VN-Veiligheidsraad over de situatie in Darfur is aangenomen waarin voor het eerst wordt gerefereerd aan het Internationaal Strafhof.
Om te eindigen, mijnheer de Voorzitter, dames en heren, wil ik hier namens de Commissie onderstrepen dat de analyse van de ontelbare landen en onderwerpen die in het verslag van het Parlement aan bod komen een enorme hulp zal zijn bij de opstelling van het jaarverslag van de Europese Unie over de mensenrechten, waarmee weldra een aanvang zal worden gemaakt. Daarom wil ik de heer Coveney en het Europees Parlement als zodanig, namens mijzelf en ook namens de Commissie, nogmaals danken voor het uitstekende werk. Ik maak van de gelegenheid gebruik om u eraan te herinneren dat wij op dit vlak steeds bereid zijn tot samenwerking met het Parlement.
De Universele Verklaring van de rechten van de mens begint met de bepaling dat "erkenning van de inherente waardigheid en van de gelijke en onvervreemdbare rechten van alle leden van de mensengemeenschap grondslag is voor de vrijheid, gerechtigheid en vrede in de wereld". Het is ons aller verantwoordelijkheid om zowel bij de uitoefening van onze taken als in ons dagelijkse doen en laten en ons privé-leven de rechten van alle mensen overal ter wereld te bevorderen en te beschermen.
Het verslag over de mensenrechten van het Europees Parlement dat wij hier vanmiddag bespreken, vormt in dit verband een bijzonder belangrijke bijdrage. In de eerste plaats wens ik de heer Coveney van harte te feliciteren met het uitstekende werk dat hij heeft verricht. Hieruit blijkt eens te meer hoezeer dit Parlement zich inzet voor de mensenrechten. Het verslag bevat een reeks essentiële punten waarover verder moet worden nagedacht en het voorziet in talloze aanbevelingen die van groot nut zijn. Het is echter zo uitvoerig dat ik mij hier vandaag onmogelijk in detail kan uitspreken over alle behandelde kwesties, maar zoals gewoonlijk zal de Commissie voortzetting geven aan dit debat door op elk van de aanbevelingen van het verslag schriftelijk te reageren.
Desalniettemin wil ik deze gelegenheid te baat nemen om uw aandacht te vestigen op enkele punten die de heer Coveney in zijn verslag aan de orde stelt. Er zijn drie elementen waarop ik kort wil ingaan: ten eerste, de rechten van kinderen, met name in gewapende conflicten, ten tweede, de mensenrechtenactivisten, en ten laatste, het Internationaal Strafhof.
De Commissie stelt het op prijs dat in het verslag de nadruk wordt gelegd op rechten van kinderen. De laatste jaren heeft de Europese Unie een doeltreffend kader in het leven geroepen om de rechten van kinderen te integreren in haar beleidslijnen en programma’s. In samenwerking met UNICEF zijn wij begonnen met een specifiek opleidingsprogramma betreffende de rechten van kinderen en in september vorig jaar hebben wij een Interinstitutionele Groep rechten van het kind ingesteld. De Commissie speelt een actieve rol bij de toepassing van de communautaire richtsnoeren inzake kinderen en gewapende conflicten die in 2003 zijn aangenomen: wij kaarten deze kwestie geregeld aan in onze dialogen met derde landen en vertegenwoordigers van de groepen die betrokken zijn bij gewapende conflicten. Zo heeft commissaris Ferrero-Waldner bijvoorbeeld tijdens haar bezoek aan Sri Lanka in maart jongstleden nadrukkelijk onderstreept dat er een einde moet komen aan de inzet van kinderen in dergelijke conflicten. De Commissie steunt een brede waaier van projecten waarmee diverse aspecten van dit probleem worden aangepakt, en na grondige analyse heeft zij besloten om financiële middelen uit het Europees Initiatief voor democratie en mensenrechten beschikbaar te stellen voor steun- en opleidingsprojecten in derde landen. Doel van deze programma’s en middelen is voortgang te maken met de tenuitvoerlegging van het Verdrag inzake de rechten van het kind en de bijbehorende facultatieve protocollen.
Verder wil ik benadrukken dat de groep Commissieleden die zich bezighoudt met de mensenrechten aan deze kwestie uitzonderlijk belang hecht. Mijn collega’s hebben de werkzaamheden van de Commissie op dit terrein grondig bestudeerd en op dit moment overwegen zij wat de beste manier is om dit probleem prioritair te behandelen. Een van de mogelijkheden die thans wordt overwogen, is dat de Commissie met een mededeling komt, zoals de heer Coveney in zijn verslag suggereert.
Het tweede punt betreft de mensenrechtenactivisten. In zijn toespraak voor de Algemene Vergadering van de Verenigde Naties heeft de hoge commissaris voor de mensenrechten verklaard dat de mensenrechtenactivisten onze ogen en oren zijn en ons collectief bewustzijn vertegenwoordigen. Immers, zij bezorgen ons vitale informatie over de ontwikkelingen in derde landen. Anders gezegd, voor onze informatie zijn wij als Europese Unie afhankelijk van de mensenrechtenactivisten. Daar zit een enorme verantwoordelijkheid aan vast, namelijk dat wij hen moeten beschermen. Wij moeten alles in het werk stellen om de follow-up en de overdracht van deze informatie te verbeteren en wij moeten waarborgen dat de missies van de Europese Unie en de delegaties van de Commissie in de wereld zich ertoe verplichten deze doelstelling te verwezenlijken.
De Commissie is vastbesloten om een actieve rol te vervullen bij de toepassing van de richtsnoeren inzake mensenrechtenactivisten. Dit streefdoel geniet dan ook prioritaire aandacht in onze campagne "ontwikkeling van een mensenrechtencultuur", een van de vier pijlers van het Europees Initiatief voor democratie en mensenrechten. Tevens leggen wij sterk de nadruk op steun voor lokale mensenrechtenorganisaties in derde landen. Dit jaar en volgend jaar zullen ruim vijftig delegaties van de Europese Commissie in het kader van voornoemd initiatief een begin maken met een programma voor microprojecten dat meer dan 30 procent van het totale budget voor zijn rekening neemt.
Ten slotte zou ik het nog even willen hebben over het Internationaal Strafhof, mijnheer de Voorzitter. Deze instelling speelt een bijzonder belangrijke rol bij het bevorderen van de vrede en rechtvaardigheid in de wereld. De Commissie beschouwt het Strafhof als een van de hoofdbestanddelen van een op regels gebaseerde internationale orde. Degenen die zich schuldig maken aan massale schendingen van het menselijk leven en de menselijke waardigheid weten dat zij rekenschap zullen moeten afleggen aan de internationale gemeenschap. Uiteraard hopen wij allemaal dat dit zal leiden tot een daling van het aantal misdaden tegen de menselijkheid. Op plaatsen waar dergelijke schendingen zich voordoen zonder dat de nationale rechtsstelsels willen of kunnen ingrijpen, beschikt de internationale gemeenschap nu over een complementair strafsysteem. In dergelijke situaties is het aan het Strafhof om op onpartijdige, transparante en efficiënte wijze recht te spreken. Dat is de enige manier om te waarborgen dat het Hof als een legitieme instelling wordt erkend en dat zo veel mogelijk landen toetreden tot het Statuut van Rome, waarmee het Internationaal Strafhof is opgericht."@nl3
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@pl16
"Senhor Presidente, queria começar por pedir desculpa, em nome da Senhora Comissária Ferrero-Waldner, que não pôde estar hoje presente, e exprimir também a minha satisfação por poder estar aqui em sua substituição para discutir uma questão tão essencial no nosso modelo de sociedade, de comunidade política e cívica, e para o nosso projecto europeu.
A União Europeia considera que três princípios do Tribunal são fundamentais. Em primeiro lugar, o principio da universalidade do Tribunal; nesse sentido estamos a fazer campanha em todo o mundo para aumentar o número de ratificações do Estatuto de Roma e sinto-me particularmente satisfeito pelo facto de, no passado mês de Março, 77 países ACP terem acordado conjuntamente incluir um compromisso para a ratificação do Estatuto no novo Acordo de Cotonou, a assinar proximamente.
Em segundo lugar, consideramos fundamental o princípio da integridade do Tribunal, que tem sido atacado por alguns países. Por exemplo, os acordos bilaterais de imunidade propostos pelos Estados Unidos minam o próprio conceito do Tribunal. A Comissão está igualmente preocupada com o regime de sanções imposto pelos Estados Unidos aos países que se recusam a assinar esses acordos e continuamos a exprimir a nossa preocupação relativamente a estas questões no nosso diálogo com os Estados Unidos.
Por último, o terceiro princípio do Tribunal é a complementaridade com os sistemas judiciais nacionais; a justiça internacional não é um substituto da justiça nacional. Por isso, apoiamos a reconstrução de sistemas legais nos países onde a magistratura não foi capaz ou não teve a vontade necessária para perseguir as violações maciças dos direitos humanos.
A adopção, em 31 de Março, de uma resolução do Conselho de Segurança das Nações Unidas sobre a situação em Darfur, que pela primeira vez faz referência ao Tribunal Penal Internacional, deixa-nos muito esperançados.
Finalmente, Senhor Presidente, Senhoras e Senhores Deputados, posso assegurar-vos, em nome da Comissão, que o grande número de países e temas tratados no relatório do Parlamento será de enorme ajuda quando começarmos, em breve, o nosso trabalho no âmbito do relatório anual da União Europeia sobre os direitos do Homem. Quero assim agradecer uma vez mais, em meu nome e em nome da Comissão, ao senhor deputado Coveney e ao Parlamento Europeu no seu conjunto o excelente trabalho realizado e reafirmar a nossa permanente disponibilidade para cooperar com o Parlamento nesta tarefa.
A Declaração Universal dos Directos do Homem começa por salientar que "o reconhecimento da dignidade inerente a todos os membros da família humana e dos seus direitos iguais e inalienáveis constitui o fundamento da liberdade, da justiça e da paz no mundo". Todos nós, no exercício das nossas responsabilidades e na nossa vida quotidiana e privada, temos o dever de promover e proteger os direitos de todos os seres humanos em qualquer parte do mundo.
O relatório do Parlamento Europeu sobre os direitos humanos que estamos a debater esta tarde é um contributo extremamente importante e gostaria de começar por render uma calorosa homenagem ao senhor deputado Coveney pelo seu excelente trabalho, que ilustra uma vez mais o firme empenho deste Parlamento na defesa dos direitos humanos. O relatório contém matéria de reflexão extremamente importante e muitas recomendações de grande utilidade; o seu elevado número não me permitirá responder hoje em pormenor a todas as questões colocadas, mas, como habitualmente, a Comissão dará continuidade a este debate respondendo por escrito a cada uma das recomendações do relatório.
Gostaria de aproveitar esta ocasião, contudo, para chamar a atenção para alguns dos pontos que o senhor deputado Coveney aborda no seu relatório. Concretamente, gostaria de fazer alguns breves comentários sobre três questões: em primeiro lugar, sobre os direitos das crianças, especialmente no contexto dos conflitos armados, em segundo lugar, sobre os activistas dos direitos humanos e, por último, sobre o Tribunal Penal Internacional.
No que se refere aos direitos das crianças, a Comissão acolhe com agrado a ênfase dada no relatório a este ponto. Nos últimos anos, a União Europeia pôs em marcha um quadro eficaz para a integração dos direitos das crianças nas suas políticas e nos seus programas; em colaboração com a UNICEF, lançámos um programa de formação específico sobre os direitos das crianças e, no passado mês de Setembro, instituímos um Grupo Interinstitucional sobre esta questão. A Comissão desempenha um papel activo na aplicação das directrizes da União Europeia, aprovadas em 2003, relativas às crianças e aos conflitos armados: colocamos com regularidade a questão no nosso diálogo com países terceiros e com representantes dos grupos envolvidos em conflitos armados. Por exemplo, durante a sua visita ao Sri Lanka em Março, a Comissária Ferrero-Waldner teve ocasião de colocar uma tónica especial na importância de pôr fim à utilização de crianças nesses conflitos. A Comissão apoia uma vasta gama de projectos que abordam diferentes aspectos deste problema e, após uma análise minuciosa, decidimos consagrar fundos da Iniciativa Europeia para a Democracia e os Direitos do Homem a projectos de apoio e formação em países terceiros. O objectivo desses programas e desses recursos é conseguir progressos na aplicação da Convenção sobre os Direitos da Criança e seus protocolos opcionais.
Gostaria igualmente de salientar que o grupo de Comissários responsáveis pelas questões ligadas aos direitos humanos coloca uma ênfase especial nesta questão. Os meus colegas reviram o trabalho da Comissão neste domínio e estão actualmente a ponderar qual será a melhor forma de dar prioridade a esta questão; uma das possibilidades consideradas é a aprovação de uma comunicação, conforme sugerido pelo senhor deputado Coveney no seu relatório.
Em segundo lugar, queria fazer referência aos activistas dos direitos humanos. No seu discurso perante a Assembleia Geral das Nações Unidas, o Alto Comissário das Nações Unidas para os Direitos Humanos declarou que os activistas dos direitos humanos são os nossos olhos e ouvidos e que representam a nossa consciência colectiva. São uma fonte vital de informação sobre os acontecimentos ocorridos em países terceiros. Por isso, a União Europeia depende deles, dos activistas dos direitos humanos, para obter informação. Isso significa que temos a enorme responsabilidade de os proteger e que devemos concentrar-nos na melhoria do seguimento e transmissão da informação e garantir, a este respeito, um empenho firme por parte das missões da União Europeia e das delegações da Comissão no mundo.
A Comissão está determinada a desempenhar um papel activo na implementação das directrizes relativas aos activistas dos direitos humanos. Nesse sentido, é-lhes dada prioridade na nossa campanha "promoção de uma cultura dos direitos humanos", que é um dos quatro elementos fundamentais da Iniciativa Europeia para a Democracia e os Direitos do Homem. Além disso, damos especial ênfase ao apoio às organizações locais de defesa dos direitos humanos em países terceiros. A programação dessa Iniciativa para este ano e o próximo prevê que mais de 50 delegações da Comissão Europeia implementem um plano de microprojectos que representará mais do 30% do seu orçamento total.
Finalmente, Senhor Presidente, queria fazer referência ao Tribunal Penal Internacional, uma instituição de vital importância para a promoção internacional da paz e da justiça. A Comissão considera o Tribunal como um dos componentes essenciais de uma ordem internacional regulada. Graças a este Tribunal, os culpados de violações maciças da vida e da dignidade humanas sabem que a comunidade internacional lhes exigirá responsabilidades e, com isto, todos esperamos que a frequência desses crimes reduza, mas, naquelas partes do mundo onde estas violações ocorrem e onde os sistemas nacionais não querem ou não podem intervir, a comunidade internacional dispõe agora de um sistema complementar de justiça criminal, executada através do Tribunal, que deverá distribuir justiça de forma imparcial, transparente e efectiva. Esta é a única forma de assegurar que seja considerado como uma instituição legítima e garantir que muitos outros Estados adiram ao Estatuto de Roma que criou o Tribunal."@pt17
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@sk18
"Señor Presidente, quiero empezar mi intervención excusando a la Comisaria Ferrero-Waldner que no ha podido asistir hoy y expresando también mi satisfacción por poderla sustituir en un tema tan esencial en nuestro modelo de sociedad, de comunidad política y de comunidad cívica y en nuestro proyecto europeo.
La Unión Europea cree que tres principios de la Corte son fundamentales. En primer lugar, el principio de universalidad de la Corte, y en ese sentido estamos haciendo campaña en todo el mundo para aumentar el número de ratificaciones del Estatuto de Roma y me siento particularmente satisfecho de que 77 países ACP hayan acordado conjuntamente, el pasado mes de marzo, incluir un compromiso para la ratificación del Estatuto en el nuevo Acuerdo de Cotonou, que se va a firmar próximamente.
En segundo lugar, nos parece fundamental el principio de la integridad de la Corte, atacado por parte de algunos países. Por ejemplo, los acuerdos bilaterales de inmunidad propuestos por los Estados Unidos minan el propio concepto de la Corte. También está preocupada la Comisión por el régimen de sanciones impuesto por los Estados Unidosa aquellos países que se niegan a firmar tales acuerdos y continuamos expresando nuestra preocupación sobre estos temas en nuestro diálogo con los Estados Unidos.
Y por último, el tercer principio de la Corte es la complementariedad con los sistemas judiciales nacionales; la justicia internacional no es un sustituto de la justicia nacional. Por eso, apoyamos la reconstrucción de sistemas legales en aquellos países donde la magistratura no ha sido capaz o no ha tenido voluntad de perseguir las violaciones masivas de los derechos humanos.
La adopción, el 31 de marzo, de una resolución del Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas sobre la situación en Darfur que por primera vez hace referencia a la Corte Penal Internacional, es muy esperanzadora.
Finalmente, señor Presidente, Señorías, les aseguro, en nombre de la Comisión, que la amplitud de países y temas tratados en el informe del Parlamento será de enorme ayuda cuando empecemos a trabajar próximamente en el informe anual de la Unión Europea sobre derechos humanos. Por ello, quiero reiterar mi agradecimiento y el de la Comisión al señor Coveney y al Parlamento Europeo en su conjunto por su excelente trabajo y recordar, una vez más, nuestra permanente disposición a colaborar con el Parlamento en esta tarea.
La Declaración Universal de los Derechos Humanos comienza señalando que "la libertad, la justicia y la paz en el mundo tienen por base el reconocimiento de la dignidad intrínseca y de los derechos iguales e inalienables de todos los miembros de la familia humana". Todos nosotros, en el ejercicio de nuestras responsabilidades y en nuestra vida cotidiana y privada, tenemos la responsabilidad de promover y proteger los derechos de todo ser humano en todo lugar del mundo.
El informe del Parlamento Europeo sobre los derechos humanos que estamos discutiendo esta tarde supone una importantísima contribución y me gustaría empezar rindiendo un caluroso tributo al señor Coveney por su excelente trabajo, que ilustra nuevamente el fuerte compromiso de este Parlamento con los derechos humanos. El informe contiene importantísimo material de reflexión y muchas recomendaciones de gran utilidad; su amplitud no me permitirá responder hoy en detalle a las diversas cuestiones que plantea, pero, como es habitual, la Comisión dará continuidad a este debate, respondiendo a todas y a cada una de las recomendaciones del informe por escrito.
Sin embargo, me gustaría atraer la atención, en estos minutos, sobre algunos de los puntos que plantea el señor Coveney en su informe. En concreto, deseo hacer breves comentarios sobre tres cuestiones: en primer lugar, sobre los derechos de los niños, sobre todo en los conflictos armados, en segundo lugar, sobre los defensores de los derechos humanos y, por último, sobre la Corte Penal Internacional.
Con respecto a los derechos de los niños, la Comisión acoge con agrado el énfasis puesto por el informe en este punto. En estos últimos años, la Unión Europea ha puesto en marcha un marco eficaz para la integración de los derechos de los niños en sus políticas y en sus programas, en colaboración con UNICEF, hemos iniciado un programa de formación específico sobre los derechos de los niños y, el pasado mes de septiembre, establecimos un Grupo Interinstitucional sobre este tema. La Comisión desempeña un papel activo en la aplicación de las directrices de la Unión Europea sobre los niños y los conflictos armados aprobadas en 2003: de forma regular, planteamos la cuestión en nuestros diálogos con terceros países y con representantes de los grupos involucrados en conflictos armados. Por ejemplo, durante la visita realizada el pasado mes de marzo a Sri Lanka, la Comisaria Ferrero-Waldner tuvo ocasión de hacer hincapié especialmente en la importancia de erradicar el uso de los niños en esos conflictos. La Comisión apoya una extensa gama de proyectos que abordan diferentes aspectos de este problema y, tras un minucioso análisis, hemos decidido destinar fondos de la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos a proyectos de apoyo y formación en terceros países. El objetivo de estos programas y de estos recursos es progresar en la aplicación del Convenio de los Derechos del Niño y sus protocolos opcionales.
Permítame, asimismo, señalar que el grupo de comisarios sobre derechos humanos hace especial hincapié en este tema. Mis colegas han revisado el trabajo de la Comisión en este campo y están actualmente considerando cuál es la mejor manera de dar prioridad a esta cuestión; una de las posibilidades que se contempla es la aprobación de una comunicación, como sugiere el señor Coveney en su informe.
En segundo lugar, me quería referir a los defensores de los derechos humanos. En su discurso ante la Asamblea General de las Naciones Unidas, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos declaró, en relación con los defensores de los derechos humanos, que éstos son nuestros ojos y oídos y representan nuestra conciencia colectiva. Son una fuente vital de información sobre los acontecimientos que se desarrollan en terceros países. Por ello, nosotros, la Unión Europea, dependemos de ellos, de los defensores de los derechos humanos, para obtener información. Eso significa que tenemos la enorme responsabilidad de protegerlos, debemos concentrarnos en la mejora del seguimiento y transmisión de la información y establecer, al respecto, un fuerte compromiso por parte de las misiones de la Unión Europea y de las delegaciones de la Comisión en el mundo.
La Comisión está determinada a desempeñar un papel activo para hacer realidad las directrices sobre los defensores de los derechos humanos. En este sentido, les damos prioridad en nuestra campaña "promoción de una cultura de los derechos humanos", que conforma uno de los cuatro ejes incluidos en la Iniciativa Europea para la Democracia y los Derechos Humanos. Asimismo, ponemos especial énfasis en el apoyo a las organizaciones locales de derechos humanos en terceros países. La programación para este año y el siguiente de la citada Iniciativa prevé que más de 50 delegaciones de la Comisión Europea pongan en marcha un plan de microproyectos que representará más del 30% de su presupuesto total.
En último lugar, permítame, señor Presidente, que haga referencia a la Corte Penal Internacional, una institución de vital importancia para la promoción internacional de la paz y la justicia. La Comisión considera la Corte como uno de los componentes esenciales de un orden internacional regulado. Gracias a ella, aquellos que cometan violaciones masivas de la vida y la dignidad humana saben que la comunidad internacional les va a exigir responsabilidades y, con ello, todos esperamos que se reduzca la frecuencia de esos crímenes, pero allá donde éstos se produzcan y allá donde los sistemas nacionales no quieran o no puedan intervenir, la comunidad internacional dispone ahora de un sistema complementario de justicia criminal, ejecutada a través de la Corte, que debe repartir justicia de forma imparcial, transparente y efectiva. Ésta es la única manera de asegurar que sea considerada como una institución legítima y que se consiga la adhesión de muchos otros Estados al Estatuto de Roma que creó la Corte."@sl19
".
Herr talman! Jag skulle vilja börja med att be om ursäkt på kommissionsledamot Benita Ferrero-Waldners vägnar, som inte hade möjlighet att komma hit i dag, och också med att berätta hur det gläder mig att få ersätta henne för att diskutera en fråga som är grundläggande för vår samhällsmodell, för det politiska samhället och medborgarsamhället samt för vårt europeiska projekt.
Europeiska unionen anser att det finns tre grundläggande principer som hör samman med domstolen. För det första principen om domstolens allmängiltighet, och i detta syfte driver vi en kampanj runt om i hela världen för att öka antalet ratificeringar av Romstadgan, och det gläder mig att 77 AVS-länder i mars gemensamt beslutade att inbegripa ett åtagande om att ratificera stadgan i det nya Cotonouavtalet, som snart kommer att undertecknas.
För det andra anser vi att principen om domstolens integritet, som vissa länder har angripit, är grundläggande. I de bilaterala immunitetsavtalen, som Förenta staterna föreslog, undergrävs till exempel själva konceptet med domstolen. Kommissionen oroar sig dessutom för det sanktionssystem som Förenta staterna har påtvingat de länder som vägrar att underteckna dessa avtal, och vi fortsätter att uttrycka vår oro om dessa frågor i vår dialog med Förenta staterna.
Den tredje principen för domstolen slutligen är komplementaritet med nationella rättssystem. Internationell rätt skall inte vara en ersättning för nationell rätt. Vi stöder därför återuppbyggnaden av rättssystem i de länder där den dömande makten inte har lyckats eller inte har haft viljan att hantera massbrott mot mänskliga rättigheter.
Antagandet av FN:s säkerhetsråds resolution om situationen i Darfur den 31 mars, som för första gången innehåller en hänvisning till Internationella brottmålsdomstolen, inger oss mycket hopp.
Herr talman, mina damer och herrar! Slutligen kan jag, på kommissionens vägnar, försäkra er om att det stora antalet länder och frågor som tas upp i betänkandet kommer att bli till oerhört stor hjälp när vi snart inleder vårt arbete om Europeiska unionens årliga rapport om mänskliga rättigheter. Jag skulle därför återigen vilja tacka, på min och kommissionens vägnar, Simon Coveney och Europaparlamentet som helhet för ert utmärkta arbete och ännu en gång påpeka att vi alltid står redo att samarbeta med parlamentet i denna uppgift.
Den allmänna förklaringen om mänskliga rättigheter inleds genom att man påpekar att ”erkännandet av det inneboende värdet hos alla medlemmar av människosläktet och av deras lika och oförytterliga rättigheter är grundvalen för frihet, rättvisa och fred i världen”. Vi alla är skyldiga att främja och skydda alla människors rättigheter överallt i världen, när vi utför våra plikter samt i vårt dagliga liv och privatliv.
Europaparlamentets betänkande om mänskliga rättigheter som vi diskuterar denna eftermiddag utgör ett oerhört viktigt bidrag, och jag skulle vilja börja med att varmt gratulera Simon Coveney till hans utmärkta arbete, som ännu en gång åskådliggör parlamentets starka engagemang i de mänskliga rättigheterna. Betänkande innehåller oerhört viktig näring för tanken och många användbara rekommendationer. Det finns för många för att jag skall kunna svara i detalj på alla de frågor som tas upp, men kommissionen kommer som vanligt att följa upp denna debatt genom att skriftligen svara på varenda en av betänkandets rekommendationer.
Trots detta skulle jag vilja ta tillfället i akt och fästa uppmärksamheten på några särskilda punkter som Simon Coveney tar upp i sitt betänkande. Jag skulle i synnerhet kort vilja kommentera tre frågor: först det första barns rättigheter, särskilt i väpnade konflikter, för det andra människorättsaktivister och slutligen Internationella brottmålsdomstolen.
När det gäller barns rättigheter gläder det kommissionen att denna punkt betonas i betänkandet. De senaste åren har Europeiska unionen genomfört en effektiv ram för att integrera barns rättigheter i sin politik och sina program, i samarbete med Unicef, vi har inlett ett särskilt utbildningsprogram om barns rättigheter och i september förra året inrättade vi en interinstitutionell grupp för denna fråga. Kommissionen spelar en aktiv roll när det gäller att tillämpa Europeiska unionens riktlinjer för barn och väpnade konflikter, som antogs 2003: vi tar regelbundet upp frågan i vår dialog med tredjeländer och företrädare för grupper som arbetar med väpnade konflikter. Under sitt besök i Sri Lanka i mars hade till exempel kommissionsledamot Benita Ferrero-Waldner tillfälle att särskilt betona vikten av att få bukt med användandet av barn i sådana konflikter. Kommissionen stödjer en lång rad projekt som behandlar de olika aspekterna av detta problem, och vi har, till följd av en djupgående analys, beslutat att anvisa medel från Europeiskt initiativ för demokrati och mänskliga rättigheter till stöd- och utbildningsprogram i tredjeländer. Syftet med dessa program och dessa medel är att göra framsteg i tillämpningen av konventionen om barnets rättigheter och dess fakultativa protokoll.
Dessutom skulle jag vilja påpeka att gruppen kommissionsledamöter för mänskliga rättigheter särskilt betonar denna fråga. Mina kolleger har granskat kommissionens arbete på detta område och håller för närvarande på att överväga det bästa sättet att prioritera denna fråga; en av de möjligheter man överväger är godkännandet av ett meddelande, såsom Simon Coveney föreslår i sitt betänkande.
För det andra skulle jag också vilja hänvisa till människorättsaktivister. I sitt tal till Förenta nationernas generalförsamling hävdade FN:s högkommissarie för mänskliga rättigheter att människorättsaktivister är våra ögon och öron och att de företräder vårt gemensamma samvete. De är en nödvändig informationskälla när det gäller de händelser som sker i tredjeländer. Vi inom Europeiska unionen är därför beroende av dem, av människorättsaktivisterna, för att få uppgifter. Detta innebär att vi har ett enormt ansvar för att skydda dem; vi måste inrikta oss på att förbättra uppföljningen och informationsutbytet samt i detta avseende ha ett starkt engagemang för Europeiska unionens uppdrag och kommissionens delegationer i världen.
Kommissionen har bestämt sig för att spela en aktiv roll när det gäller att genomföra riktlinjerna för människorättsaktivister. I vår kampanj prioriteras i detta syfte att ”främja en kultur för mänskliga rättigheter”, som är en av de fyra nyckelfaktorerna i Europeiskt initiativ för demokrati och mänskliga rättigheter. Dessutom betonar vi ett särskilt stöd till lokala människorättsorganisationer i tredjeländer. Programplaneringen för initiativet för i år och nästa år föreskriver att mer än 50 av Europeiska kommissionens delegationer skall genomföra en plan för mikroprojekt som kommer att motsvara mer än 30 procent av den totala budgeten.
Herr talman! Jag skulle slutligen vilja hänvisa till Internationella brottmålsdomstolen, en institution som är av yttersta betydelse för det internationella främjandet av fred och rättvisa. Kommissionen anser att domstolen är en av de grundläggande komponenterna för en reglerad internationell ordning. Tack vare denna domstol vet de som gjort sig skyldiga till brott i stor skala mot mänskligt liv och värdighet att världssamfundet kommer att ställa dem till svars, och vi hoppas alla att detta kommer att minska förekomsten av dessa brott, men på de platser där de äger rum och där nationella system inte vill eller inte kan agera har nu världssamfundet ett kompletterande straffrättsligt system, som upprätthålls med hjälp av domstolen, vilken måste sprida rättvisa på ett objektivt, genomblickbart och effektivt sätt. Detta är det enda sättet att säkerställa att den uppfattas som en legitim institution och att säkerställa att många andra stater undertecknar Romstadgan, genom vilken domstolen upprättades."@sv21
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lpv:unclassifiedMetadata |
"(Aplausos)"5,19,15,1,18,14,11,16,13,20,17
"Joaquín Almunia,"5,19,15,1,18,14,16,11,11,13
"Miembro de la Comisión"5,19,15,1,18,14,16,11,13
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